Comer, beber, reunirse y hacer obras de caridad: todo esto lo ofrecen y proponen los hermanos de Zagreb con sus voluntarios, para todos los que vienen a comer y comprar un platillo, para ayudar a los pobres saciando su hambre. ¡Una historia que merece ser contada!

La “Casa de San Antonio”, ubicada junto al Convento del Espíritu Santo en Zagreb – Croacia, existe desde 1995. Se trata de una casa que alberga a catorce estudiantes que provienen de familias pobres; ahí se encuentra la oficina editorial de “Veritas – Mensajero de San Antonio” y el Comedor de beneficencia para los pobres. Actualmente, la estructura de acogida es atendida por dos hermanos: Fray Vladimir VIDOVIĆ y Fray Vilček NOVAČKI. Esta actividad se ha desarrollado y expandido a lo largo de los años. En los últimos dos años se ha dado esta iniciativa, la cual ha despertado el interés de la comunidad y de los medios de comunicación nacionales por el trabajo de los frailes.
Durante varios años, antes y después de la época navideña, en el centro de Zagreb se organiza el “Adviento de Zagreb”, que atrae a miles de ciudadanos y turistas, siendo uno de los mercados navideños más famosos de Europa, durante el cual se realizan numerosos eventos culturales. Desde 2018, en colaboración con la Oficina de turismo de Zagreb, los hermanos han ideado la iniciativa “Obrok za obrok”, es decir, “Comida por comida”. El municipio ha puesto a disposición una pequeña casa llamada “Casa de Adviento de los hermanos”, que sirve para concienciar sobre las necesidades de los pobres, los sin techo y los más necesitados. Los hermanos y los voluntarios ofrecen un delicioso menú que incluye diversas especialidades gastronómicas: el “sarma” del Convento (rollitos de repollo envueltos en hojas de parra con un sabroso relleno); salchichas caseras; ajvar del Convento (salsa con pimientos); miel del Convento; varios licores del Convento; vino hervido; cerveza de los frailes de dos tipos: una con el nombre de San Antonio “S.anto” y la otra de San Jerónimo “Jeronim”. Los fondos que se recaudan están destinados al comedor de beneficencia de los pobres. Al comer, además de ayudar a los necesitados y comer bien, la gente se detiene con los hermanos y los voluntarios y conversan con ellos sobre las actividades que realizan.
Debido a la pandemia, este año el famoso mercado no se pudo organizar de manera normal. Sin embargo, esto no detuvo el ingenio y la creatividad de los hermanos conventuales, que han tenido la idea de organizar las cosas adaptándose a las medidas prescritas por el gobierno. Cerca del Convento, ubicado frente al Comedor para los pobres, han montado la “Casa del Adviento” en modo de “servicio de ventanilla” (drive-in), donde se reparte la comida a los pobres hasta las 14.00 horas; luego, de las 16.00 a las 22.00 horas, se ofrece el menú para todos aquellos que quieran ayudar a sus conciudadanos y al mismo tiempo comer bien comprando alimentos, conociendo brevemente a los hermanos y llevándose la comida a casa, respetando así las medidas sanitarias dictadas por el gobierno. Así, la “Casa de San Antonio” recibe los fondos para poder preparar comida para más de 400 personas todos los días. Como dice Fray Vladimir, el número de usuarios de los comedores ha crecido mucho este año, debido a la crisis económica surgida a raíz de la pandemia y del terremoto que azotó Zagreb en el mes de marzo, y por ello se sienten gradecidos por cada donación y ayuda. La iniciativa, apoyada por la entera comunidad de los hermanos de Zagreb, ha sido bien recibida y se nota su gran éxito.
Este es uno de los ejemplos de cómo el carisma franciscano está vivo y sigue siendo creativo y atractivo en la actualidad. Además, demuestra cómo la Iglesia puede ofrecer sus valores al mundo y así construir un diálogo amigable como hermanos de todos que somos.

Fray Zvonimir PERVAN.