No sólo a los Mártires persas, también Antonio de Padua se encuentra entre los santos a los que Fray Dominique, neo elegido Arzobispo de Teherán-Isfahán, está confiando su camino y su servicio episcopal, en estos días romanos antes de su partida a Irán.

El pasado 27 de febrero de 2021, invitado por el Guardián Fray Robert LEŻOHUPSKI, S.E. Mons. Dominique MATHIEU, acompañado por el hermano Fray Maurizio DI PAOLO Procurador general, ha visitado el Convento de San Antonio de las Termas, una de las cuatro casas generalicias de la Orden en Roma. Apenas dos semanas antes, la comunidad internacional formada por 20 hermanos -en su mayoría estudiantes de licenciatura y doctorado-, había sido igualmente honrada con la presencia de S.E. Card. Mauro GAMBETTI, nombrado poco después Arcipreste de la Basílica Petrina y Vicario general de su Santidad para la Ciudad del Vaticano.
Temprano por la mañana y con el estilo sobrio y devoto que lo caracteriza, Fray Dominique presidió la Eucaristía en el interior de la pequeña capilla del Convento, contigua a la que fuera la habitación donde San Ignacio de Loyola vivió los últimos momentos de su vida terrena; hoy es el oratorio del Santísimo Sacramento, en el marco singular que le confieren los frescos del jesuita y pintor del siglo XVII Andrea POZZO.
Después del desayuno, el hermano Arzobispo compartió sus sentimientos, expectativas y esperanzas de un servicio que él mismo considera ni fácil ni predecible. La preocupación que más lo abruma en este tiempo antes de su partida, es la del rebaño que le ha sido confiado y que en estos momentos se encuentra desprovisto de pastores. Hay más de dos mil católicos en Irán, aunque si –como él mismo dice- oficialmente se cuenta sólo una quinta parte de ellos, y están reunidos en pequeñas y diversas comunidades repartidas por todo el territorio nacional. La ausencia de clero, cuya última representación comprobada es la del Administrador Apostólico emérito P. Jack YOUSSEF (Lazaristas), hace necesaria una reorganización del cuidado pastoral de las almas del pueblo católico. Del mismo modo, es fundamental mantener viva la presencia histórica de los cristianos: de hecho, Fray Dominique no sólo se preocupa por el camino ecuménico con las otras confesiones cristianas (caldeos y armenios, en números ligeramente superiores a los latinos), sino también el diálogo interreligioso con la comunidad musulmana, compuesta por un 90% de chiitas y un 5% de sunitas. El sueño que tiene, como también resuena en la reciente Encíclica del Papa Francisco, es el de vivir la fraternidad universal en el respeto mutuo.
Se trata de un gran y exigente desafío, difícil pero no imposible, el que le espera y para el que espera un apoyo concreto por parte de la Orden, una presencia de hermanos que por ahora invoca en la oración. Desde la Viña queremos garantizar esta cercanía conventual con cariño y oración constante, pero sobre todo con la encomienda del patrono de nuestra casa, Antonio, el santo de Padua, a quien también está dedicado el Santuario Nacional de Bruselas, del que Fray Dominique fue Rector hasta el 2012, lugar de intercambio y de diálogo entre cristianos y musulmanes, laicos y otras minorías sociales y religiosas.
Que los santos lo acompañen y los mártires sean para él fieles guías, en estos primeros pasos del camino como pastor del pueblo iraní.

Fray Simone SCHIAVONE