El día 6 de noviembre de 2019 se ha conmemorado el 380º aniversario del martirio de Fray Stefano IGLODI, joven novicio del siglo XVII.

En la pequeña localidad de Rad, en la parte oriental de Eslovaquia, lugar donde alguna vez se encontraba la residencia misionera de nuestros frailes y donde, además de Fray Stefano, también otros frailes franciscanos dieron su vida como testimonio de la fe, el actual Párroco junto con los fieles han organizado la celebración de la conmemoración: Adoración Eucarística, solemne Eucaristía, procesión hacia el lugar donde estaban sepultados los restos de los misioneros martirizados. También ha sido la ocasión para honrar el icono de María Reina de la Orden franciscana. El huésped de honor y predicador ha sido Mons. Edward KAWA OFMConv, Obispo auxiliar de Leopoli – Ucrania.
Muchos sacerdotes religiosos y diocesanos de Eslovaquia, Hungría, Polonia y Ucrania se reunieron para celebrar la Santa Misa. Al inicio de la Eucaristía, el Párroco ha transmitido el saludo de parte del Arzobispo metropolita de Košice, Mons. Bernard BOBER, que ha invitado a los presentes a encontrar en el testimonio de Fray Stefano y de los demás mártires franciscanos de Rad, la inspiración en su búsqueda de la santidad.
Fray Stefano nació en una familia noble en el 1621, en Kisrozvágy (actual Hungría). Sus padres eran de confesión calvinista y lo educaron en el odio a la fe católica. En el periodo de su adolescencia, estando en la corte el conde NYARY, también calvinista, tuvo la oportunidad de presenciar una intercesión milagrosa de un misionero franciscano, gracias a la cual el conde fue sanado de una grave enfermedad. Bajo influencia del conde, que se había convertido, también él se convirtió al catolicismo y entró en la Orden franciscana con el deseo de vivir la penitencia. Por seis meses vivió una vida ejemplar en el Convento de los frailes de Rad. Su vida se caracterizó por el amor, la piedad y el espíritu apostólico.
Fray Stefano recibió el martirio el domingo 6 de noviembre de 1639 por parte de dos hombres que conocía desde su infancia. Éstos buscaron de convencerlo para que dejara la Orden y regresara a la fe calvinista de sus padres. No logrando convencerlo, lo humillaron y lo torturaron. Desde el día de su muerte hasta ahora, Fray Stefano ha sido considerado mártir de la fidelidad a la vocación religiosa.

Fray Jozef SUKENÍK