En la memoria litúrgica de la Beata Aniela SALAWA, el 9 de septiembre de 2022, tuvo lugar la solemne ceremonia de clausura del jubileo del centenario de su muerte, en la Basílica franciscana de Cracovia.
La Santa Misa, a la que asistieron devotos de la Beata, especialmente miembros de la Orden Franciscana Seglar, fue presidida por Mons. Damian MUSKUS OFM, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Cracovia. Junto con los fieles, también rezó el Ministro provincial de la Provincia de San Antonio y del Beato Jacobo de Strepa en Polonia (Cracovia), Fray Marian GOŁĄB.
En su homilía, Mons. MUSKUS señaló que el estilo de vida de la mujer de servicio de Siepraw es difícil de entender y aceptar para el mundo moderno. “Aniela nos enseña a admirar lo cotidiano, lo simple y ordinario del aquí y ahora. Nos enseña a celebrar la vida tal como es, en sus penas y alegrías, en el encuentro con los demás y en el trabajo, en la oración y en el sufrimiento”. También pidió oraciones por la próxima canonización de la beata y para que “nuestra vida cotidiana se convierta en un camino hacia nuestra santidad personal”.
Aniela SALAWA (1881-1922) fue una mujer de servicio durante toda su vida. Era terciaria franciscana y acudía a menudo a la Basílica de Cracovia para rezar. También fue agraciada con experiencias místicas. Sus restos mortales descansan en la Capilla de la Pasión de la misma Basílica.
Su Beatificación tuvo lugar el 13 de agosto de 1991 en la Plaza del Mercado de Cracovia. La ceremonia fue presidida por el Papa San Juan Pablo II, quien dijo de la nueva Beata: “Es para mí una inmensa alegría haber podido beatificar hoy en Cracovia a Aniela SALAWA. Cuántas veces he rezado ante sus reliquias, tan profundamente grabadas en mi mente y en mi corazón quedaron estas palabras: «Señor, vivo por tu voluntad, moriré cuando Tú quieras, sálvame porque Tú puedes»”.
En 1992, en el 70° aniversario de su muerte, la Beata Aniela fue declarada patrona de la OFS polaca. Su fiesta cae el 9 de septiembre, día del cumpleaños de Aniela.
Fray Jan M. SZEWEK.
