El 2 de septiembre 2018 se ha concluido la experiencia veraniega del Centro Misionero Franciscano del área FIMP (Federazione Intermediterranea Ministri Provinciali) que se realiza a orillas y en los muelles del Tíber, iniciada el 8 de junio durante el festejo de inicio del Verano Romano.
Con un stand expositivo ubicado frente a la Isla Tiberina y la presencia de los frailes, cada tarde durante los tres meses veraniegos se ha podido tocar con mano aquella “Iglesia en salida” entre la gente (querida por el Papa Francisco) en la “movida” que desciende a los muelles para vivir un momento de distracción y sana diversión a orillas del agua corriente del Tíber.
Por el quinto año se ha consolidado la experiencia de escucha, diálogo y cercanía para con todos aquellos necesitados de una palabra, de un debate/confrontación o de un coloquio en nuestro Centro.
También ha sido una ocasión para dar a conocer la vida, las actividades y la pastoral de frontera de nuestros hermanos misioneros presentes en 40 países del mundo.
La mediación con la gente ha sido vivida a través del don de un “rosario misionero”, del tríptico en tres idiomas y de la revista para dar a conocer las iniciativas que el Centro lleva adelante: adopciones a distancia, proyectos y micro desarrollos, promoción del culto, de los seminarios y donaciones voluntarias.
Este año, un apoyo y soporte válido han sido nuestros jóvenes formandos de la Provincia italiana de San Francisco de Asís (Centro Italia) provenientes del Postulantado en Osimo y del Clericado Franciscanum de Asís, así como también del Colegio Internacional de los Frailes Menores Conventuales en Roma – Seraphicum. Los jóvenes se han alternado en sus servicios, enriqueciendo así su experiencia de pastoral concreta y directa de “evangelización por las calles”.
Entre las novedades de las actividades vespertinas se tuvieron: la animación con cantos y música del grupo carismático “Victoria de Dios”, de los jóvenes participantes del Meeting “Jóvenes hacia Asís” y la exhibición de grupos folk mexicanos y bolivianos. No faltó la solidaridad de los cien patrocinadores, de los 15 restauranteros y de las donaciones particulares para continuar con la adopción de una escuela en Uganda y la construcción de un pozo de agua en Zambia.
Fray Paolo FIASCONARO, Director del Centro Misionero