Que Roma sea un arca de fe, de arte y de memoria cristiana es algo bien sabido, y aquellos que tengan la fortuna de poder habitar en ella y un poco de curiosidad, serán ampliamente recompensados por descubrimientos siempre nuevos.

Las catacumbas, las memorias de los primeros Mártires, las reliquias del Señor, las casas de los santos que vivieron en Roma… tantas opciones para elegir en nuestra búsqueda. La misma presencia de San Francisco de Asís en este lugar, describe una ruta precisa en la ciudad con varias etapas, que los hermanos han ido marcando y custodiado con mucho cariño a lo largo de los siglos.
Fray Dominique J. MATHIEU, recién elegido para presidir la Iglesia de Isfahán –Teherán, se enteró de la presencia de antiguos Mártires cristianos de Persia conservados aquí en Roma y pidió ser acompañado por nuestro Párroco Fray Agnello STOIA. A pocos pasos de los Santos XII Apóstoles, en Piazza Venezia, se encuentra la Basílica de San Marcos evangelista. El 31 de enero de 2021, el párroco Don Renzo GIULIANO recibió a nuestros hermanos y les mostró las memorias del Evangelista que, según la tradición, tuvo aquí su casa y escribió aquí su Evangelio para la comunidad de Roma. Bajo el altar mayor de la Basílica reposan las reliquias de los Santos Mártires Abdon y Sennen. Se dice de su antigua memoria que fueron llevados prisioneros a Roma desde Persia por el emperador Decio en el siglo III, y que aquí recibieron el martirio. Sus restos fueron custodiados por el diácono Quirinio en su propia casa y más tarde depositados en la Basílica de San Marcos. Junto al gran altar se baja a una cripta, donde un pequeño altar marca el lugar de la tumba de los Mártires. Con Fray Dominique también está presente el hermano clérigo Fray André y, después de un momento de recogimiento y oración, subieron al salón litúrgico para la celebración de la Eucaristía dominical. Al final de la celebración, la atención y admiración de Fray Dominique se centró en la hermosa estrella persa tallada frente al altar de estilo cosmatesco, una espléndida obra de artistas medievales.
En la isla Tiberina, en cambio, se encuentran las reliquias de un Santo persa mucho más famoso. Se trata de San Mario, un nombre muy popular entre los italianos, ¡aunque casi nadie sepa que es un nombre persa! En la iglesia de San Juan Calibita, contigua al hospital Fatebenefratelli, bajo el altar mayor reposan las reliquias de San Mario, de su esposa Marta y de sus hijos Audifax y Abaco. La historia de esta familia de Mártires es muy incompleta; cuenta que llegaron a Roma en el siglo III para venerar las tumbas de los Mártires y que ellos mismos fueron martirizados debido a que los encontraron enterrando juntos los cuerpos de 260 Mártires en la Vía Salaria, junto con un sacerdote. En esta ocasión, Fray Maurizio DIPAOLO acompañó a los peregrinos, el 27 de febrero de 2021. Uno de los miembros de la comunidad Fatebenefratelli, el P. Félix ACUÑA ZAMORA, recibió a los hermanos y les mostró la iglesia, que es una pequeña joya del barroco romano. Después de un momento de oración ante los Mártires, realizaron una visita a la sacristía, a la terraza que se asoma sobre una sugerente vista del río Tíber y, en conclusión, oraron un momento ante la imagen de la Virgen de la Linterna. Se dice que una inundación del Tíber sumergió el fresco -que en un tiempo se encontraba fuera de la iglesia-, pero que milagrosamente la lámpara que ardía ante la Virgen nunca se apagó. Así, los hermanos encomendaron a la Madre de Dios Fray Dominique y su misión en Persia, para que también en medio de las dificultades y peligros, la luz de la estrella –símbolo de María- no deje nunca de brillar como signo de confianza y de esperanza.

Fray Agnello STOIA