“Lo llama el «Convento de las últimas cenas». Sí, al plural., Y cuando Fray Mykola ORACH parla de ello, el tono de su voz se vuelve sombrío. No estamos en Tierra Santa, sino en el corazón de Leópolis, en Ucrania. «Es en el interior de nuestros muros donde hemos asistido y seguimos asistiendo a las últimas cenas de tantas personas»”, afirma el hermano menor conventual en un artículo publicado el 6 de mayo de 2022 en ‘Avvenire’, un periódico católico italiano.

«Los que huyen de la guerra hacen una parada con nosotros – continúa Fray Mykola –. «Hemos abierto nuestra casa junto a la iglesia de San Antonio. Llegan familias enteras, formadas por marido, mujer e hijos. Pero el marido no puede salir del país, como ha decretado el gobierno. Así que acompaña al resto de la familia a la frontera con Polonia, quizás en coche. Y toman un descanso en nuestro Convento antes de salir por la frontera. Se quedan a dormir. Y tienen su última cena antes de separarse. Se miran a los ojos. Se acarician las manos. En sus susurros y sus miradas se contempla el dolor de un pueblo agredido. Y es inaceptable que esto ocurra».
Desde el comienzo de la guerra, los hermanos franciscanos de la Custodia de la Santa Cruz en Ucrania (repartidos por todo el territorio en 5 Conventos), han tejido una red de solidaridad activa y eficaz, en constante contacto con Asís, para ayudar y estar cerca de los que han decidido permanecer en el país.
«El mundo cree que la guerra en Ucrania comenzó en febrero de 2022, pero para nosotros se prolonga desde 2014 – explica el franciscano –. y es desde entonces que traemos aquí productos de primera necesidad para ser clasificados incluso en lo que se ha definido como “zona gris”, en la encrucijada entre Ucrania, Rusia y Bielorrusia».
El artículo habla también de que el Convento de Leópolis es como un pequeño Asís. Se ha convertido en punto de referencia. También se ha vuelto en un centro de clara impronta franciscana, capaz de desplegar ayuda a todo el territorio. Los hermanos reciben productos alimenticios, medicinas y ropa, y los distribuyen entre los necesitados. Incluidos los soldados ucranianos que llaman a las puertas de las estructuras franciscanas.
«La guerra no terminará pronto – concluye Fray Mykola –. seremos capaces de explotar nuestros recursos internos durante unos meses más. Luego, las necesidades serán mayores. Y también tenemos otra preocupación». ¿Cuál? «Que Occidente, tras la intensa movilización de estas semanas, ya no sea tan cercano a nuestro pueblo. Por eso digo: no nos olviden. Hay todo un país por salvar hoy y reconstruir mañana».

Por ello, todos estamos invitados a seguir apoyando a nuestros hermanos de Ucrania. Para mayor información y para apoyar los proyectos de los frailes en el país, puedes visitar www.sanfrancesco.org. También puedes contribuir haciendo una transferencia a la cuenta:

“Francesco d’Assisi, un uomo un fratello”
Iban: IT64R0200838278000103746115
Bic-Swift: UNCRITM1J12.

De: Diario italiano Avvenire
https://www.avvenire.it/mondo/pagine/frati-di-leopoli-cosi-aiutiamo-le-famiglie-ucraina
Giacomo GAMBASSI.