Los días 12 y 14 de marzo de 2024 tuvieron lugar dos jornadas de animación misionera por parte del Centro Misionero Franciscano de la FIMP (Federazione Intermediterranea Ministri Provinciali) con los postulantes de Nocera Inferiore y Osimo. Antes de estos encuentros, el 15 de febrero de 2024 en Roma, se propuso la misma formación a los jóvenes sacerdotes del Convento de San Antonio de las Termas – la Viña.

Durante los encuentros, el Director del Centro misionero Fray Paolo FIASCONARO invitó a los jóvenes a vivir la dimensión misionera en su formación, que debe impregnar cada acción de la vida cotidiana y en su propia formación.
Partiendo de la Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” del Papa Francisco, que sueña con una iglesia misionera en sus estructuras y organismos, los jóvenes también están llamados a despertar en su propio camino la invitación evangélica de ser enviados al encuentro del hermano indigente y necesitado. Esta dimensión carismática la viven nuestros hermanos misioneros que dejaron su patria para llevar el Evangelio y aliviar el sufrimiento de tantas poblaciones necesitadas de ayuda material y espiritual.
Tras un excursus histórico sobre el giro misionero de la Orden, que comenzó en el siglo pasado con la apertura de la primera Misión en China en 1925 (el próximo año cumplirá 100 años), continuó en 1930 con el Padre KOLBE en Japón, en 1931 en Zambia con el Obispo Francesco MAZZIERI, hoy la Orden cuenta con 40 jurisdicciones misioneras en todo el mundo con 1.600 hermanos, 218 Conventos y 63 casas de formación.
Además, Fray Paolo ilustró la vida y las actividades que se promueven en el sector misionero a través de los Animadores Misioneros en las diversas Provincias y Custodias, la ayuda concreta a los lugares de misión a través de proyectos, adopciones a distancia y las numerosas solicitudes de ayuda que provienen de las diversas iniciativas de los misioneros: comedores populares, pozos, hospitales, orfanatos, escuelas y apoyo en las necesidades de la pastoral parroquial.
Hubo muchas preguntas por parte de los jóvenes y, sobre todo, en muchos nació el deseo de cultivar en su propio camino vocacional el sentido de un espíritu misionero concreto, con gestos y signos de compartir a través de la oración, la lectura de nuestros órganos de comunicación y una mayor apertura a la dimensión misionera en sus propias vidas.
Al final de los encuentros, se proyectaron tres vídeos que relataban: la experiencia misionera del Centro durante 9 años en verano a orillas del Tíber, la historia de la revista «Il Missionario Francescano» con 90 años de publicación, y el documental sobre la conmovedora y edificante historia del misionero Fray Antonio SINIBALDI, que murió en 1987 en la playa de San Luis-Brasil, después de haber salvado a 17 jóvenes tras una ola gigante que hizo zozobrar la barca.

Fray Paolo FIASCONARO, Director del Centro misionero