El día 26 de mayo de 2020 a las 18:00 horas, por primera vez ha sido celebrada la fiesta de la Custodia general del Sacro Convento junto con la solemnidad de la Dedicación de la Basílica de San Francisco en Asís.
Un poco de historia: inmediatamente después de la canonización (16 de julio de 1228), el Papa Gregorio IX quiso que en honor del seráfico padre San Francisco fuese construido en Asís un magnífico templo, donde se conservasen sus restos mortales. El mismo Pontífice bendijo la primera piedra y en el 1230 ordenó que el cuerpo del Santo fuese trasladado de la iglesia de San Jorge a la nueva Basílica, a la cual dio el título de “Cabeza y Madre” de la Orden de los Menores. En el año 1253 el Papa Inocencio IV consagró solemnemente las dos iglesias de la Basílica. El templo fue elevado a Basílica Patriarcal y Capilla Papal por Benedicto XIV en el 1754.
La Santa Misa ha sido presidida por el Ministro general Fray Carlos A. TROVARELLI. Han participado los representantes de las Familias franciscanas de la Diócesis de Asís y, entre otros, la Presidenta de la Región de Umbría Donatella TESEI y la Alcaldesa de Asís Stefania PROIETTI.
En su homilía, Fray Carlos ha recordado que “lo que hoy celebramos es el memorial vivo de la presencia de Dios en la historia, presencia manifestada en la ‘pequeñez evangélica’ de San Francisco y en la ‘grandiosidad artística’ de este templo. …Estos muros, entonces, si bien son preciosos e inestimables por el patrimonio artístico que en sí encierran, serían estériles si nosotros no nos comprometiéramos a vivir el mandamiento que hemos recibido del Señor. …Esta Basílica, con su ‘lenguaje’ particular, está llamada también a ‘dialogar con el mundo’, con los creyentes, con los no creyentes, con las personas de buena voluntad, con aquellos que honran la paz, con los que buscan alternativas de vida más humanas y justas, con aquellos que buscan ser imitadores de Cristo siguiendo las huellas de San Francisco. …El Seráfico padre nos ayude a vivir en plenitud nuestra vocación bautismal, transformándonos en piedras vivas de la casa de Dios que es la Iglesia, y a vivir con entusiasmo nuestra vocación franciscana de ser ‘fraternidad evangélica’ abierta al mundo y portadora de una urgente novedad”.
Después de la celebración, vista la condición de distanciamiento y las normas en vigor a causa del Coronavirus, sólo los hermanos de las tres comunidades de la Custodia participaron en la fiesta, compartiendo en el refectorio la cena y un momento de fraternidad.
Noticiero custodial “En la Colina del Paraíso”.
Oficina de Comunicaciones.