El 25 de junio de 2021, la Diócesis de Juticalpa-Olancho en Honduras ha celebrado con mucha alegría y esperanza el 46º Aniversario de Vida, Misión y Testimonio de Fray Casimiro CYPHER, quien, junto con otras 13 personas- fueron salvajemente humillados, torturados y asesinados, y luego depositados en un pozo de malacate el 25 de junio de 1975.

A pesar de las restricciones sanitarias que vigentes en Honduras, el Obispo de Juticalpa, Monseñor José BONELLO OFM, el Párroco de Gualaco P. Orlín ARNOL CRUZ y otros presbíteros, se desplazaron a la pequeña iglesia donde se encuentran los restos de Fray Casimiro, para celebrar junto al pueblo cristiano la Eucaristía, en memoria agradecida por su Vida, Misión y Testimonio. Fue una celebración sencilla y muy sobria, con cánticos muy sentidos, llena de júbilo, esperanza y alegría por parte de todos.
En su homilía, Mons. José evidenció el esfuerzo de los Frailes de la Custodia provincial María Madre de Misericordia de Centroamérica, para recolectar todos los testimonios y elementos necesarios para que, en un futuro cercano, la vida y testimonio de Fray Casimiro sean presentados a la Iglesia como un modelo a imitar en el seguimiento de Jesús. Además, el Obispo destacó las virtudes heroicas de Fray Casimiro. También leyó algunos fragmentos de una carta escrita por P. Emil COOK al superior de la Provincia madre de la B.V.M. Consoladora de los Afligidos en USA (21 de julio de 1975), donde se relatan los hechos acontecidos. Así mismo, destacó su amor a la creación presente en sus diferentes escritos. Finalmente, recordó a los presentes la invitación a no desconocer la historia y a producir frutos en la vida de fe y compromiso cristiano, como muestra de la vida, misión y testimonio de Fray Casimiro.
Después de la celebración eucarística, Mons. José y los sacerdotes concelebrantes se dirigieron ante la tumba de Fray Casimiro para un momento de oración. En seguida, varios feligreses visitaron la tumba para honrar su memoria, la cual lucía muy bellamente adornada con flores, muestra del amor y cariño por parte de los lugareños.
Hoy más que nunca, Fray Casimiro sigue siendo un signo de esperanza y vida para los pobres y para la Iglesia que peregrina en Honduras, recordándonos que ser franciscano, es ser pequeño como un niño, simple y siervo. La Custodia provincial Centroamericana, junto con el Obispo de la Diócesis de Juticalpa y los feligreses de Gualaco, continúan en el proceso de la etapa preliminar, con la esperanza de solicitar a la Santa Sede la apertura de un eventual proceso de canonización.

Fray Juan Alonzo PAGOADA ACOSTA.