Del 16 al 18 de mayo de 2025, los Hermanos Conventuales celebraron el Centenario del Convento y el 25.º aniversario de la presencia de la Provincia de San Antonio y el Beato Jacobo de Strepa en Polonia (Cracovia) en Neustadt an der Waldnaab, en el norte de Baviera. Las celebraciones se unieron al aniversario del santo patrón, San Felice de Cantalice.
Entre los presentes se encontraban Fray Igor SALMIČ Asistente general de la CEF (Centralis Europae Foederatio), Fray Andreas MURK Ministro de la Provincia de Santa Isabel en Alemania y Fray Mariusz KOZIOŁ Ministro de la Provincia de Cracovia. También estuvieron presentes Hermanos que en el pasado vivieron y sirvieron en esta ciudad.
El viernes 16, primer día de la celebración jubilar, presidió la Santa Misa Fray Mateusz MICEK, Delegado del Ministro provincial en Alemania; el sábado 17, Fray Thomas KOPP, Párroco local; y el domingo 18, Fray Josef KREIML, Responsable de los Institutos de vida consagrada y de las Sociedades de vida apostólica de la Arquidiócesis de Ratisbona (Regensburg).
En su discurso, el Alcalde Sebastian GIERING destacó que el Convento de San Felice es un hogar espiritual para los habitantes de la ciudad. Expresó su gratitud por los muchos años de colaboración, la apertura de los Hermanos y las iniciativas conjuntas que enriquecen la vida de la comunidad local.
El ex Guardián del Convento y ahora misionero en África Fray Stanisław STROJECKI, expresó su profunda gratitud a los Hermanos por sus muchos años de servicio y compromiso con la labor de ayuda a la misión de Uganda, que dura ya 25 años. Hizo entrega de un regalo único: un cuadro pintado por una joven artista ugandesa que, gracias al apoyo de Neustadt, ha podido recibir una educación y desarrollar su talento. El cuadro representa dos Conventos, en Neustadt y en Kakooge, y simboliza la unión de dos mundos de la comunidad franciscana.
Según el Guardián local Fray Stanisław ŚLIWIŃSKI, el culto al Santo de Cantalice en Neustadt an der Waldnaab comenzó con la llegada de los Capuchinos, invitados por el príncipe Ferdinand von Lobkowitz en 1710.
“El acontecimiento más importante fue la curación del entonces magistrado de la ciudad, Christoph Ulrich von Weinzierl. Padecía una peligrosa e incurable fiebre, de la que se curó milagrosamente por intercesión de unos Hermanos capuchinos que rezaban a San Felice. Como muestra de gratitud, fundó una estatua de madera, que encargó al artista local Adolph Grieger. La estatua se colocó en una colina cercana desde la que dominara la ciudad y e intercediera por su protección y bendición”, dijo Fray Stanisław.
“Para satisfacer las necesidades del creciente número de peregrinos, en 1729 se inició la construcción de una capilla de madera. Sin embargo, cuando esta resultó insuficiente, en 1734 se construyó una capilla de piedra más grande, en la que también se celebró la primera fiesta patronal de San Felice. Tres años más tarde, la capilla ya no tenía suficiente capacidad para acoger a los peregrinos que llegaban de los alrededores y de las tierras fronterizas de Bohemia. Por ello, se empezó a construir una iglesia, que se inauguró en 1746, con la estatua de San Felice en el altar mayor, donde sigue estando hoy”, continuó Fray Stanisław.
Desde el principio, la iglesia fue atendida por Capuchinos que vivían cerca y acudían los sábados y domingos para confesar a los fieles y celebrar la Misa. En el transcurso de la secularización, en 1803 los Capuchinos fueron expulsados de Neustadt y, con ellos, desapareció el movimiento de peregrinación. A finales del siglo XIX, se recuperó gradualmente y los fieles solicitaron sacerdotes al Obispo de Ratisbona.
De acuerdo con el entonces Ministro provincial de la Provincia Alemana OFMConv, se inició la construcción de un Convento adyacente a la iglesia. Con la apertura del Convento en 1925, se produjo un nuevo florecimiento del movimiento de peregrinación en la colina de San Felice.
“En el difícil periodo entre las dos guerras mundiales, con pocas posesiones pero con una gran confianza en Dios, nuestros Hermanos construyeron un Convento, se ocuparon de la pastoral y cultivaron la tradición de las peregrinaciones. La gente venía con sus preocupaciones, sus enfermedades, sus súplicas por las familias, por el pan de cada día, por la paz. Venían y siguen viniendo hoy porque interiormente saben: aquí puedo liberarme de mis agobios, aquí alguien me escuchará, aquí alguien rezará por mí, aquí puedo ser débil y encontrar nuevas fuerzas”, subrayó Fray Mateusz MICEK.
Desde el año 2000, los Hermanos de la Provincia de Cracovia viven en el Convento y ejercen su ministerio en la iglesia de San Felice.
Fray Jan M. SZEWEK.