“Migrantes y refugiados, hombres y mujeres que buscan la paz” – (Papa Francisco, Jornada Mundial por la Paz 2018).
Alrededor de este mensaje se han reunido sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos, el 24 de marzo del 2018 a las 16:00 hrs., en las cercanías del Castel Sant’Angelo en Roma, para celebrar la Jornada de los Mártires. Hicieron un breve recorrido cerca del Castel Sant’Angelo y el bulevar Lungo Tevere. Al final de la marcha de oración, a las 18:30 hrs., celebraron la Eucaristía en conmemoración del Beato Oscar ROMERO en la iglesia de Santa María de la Luz en Trastevere.
Algunos días después, en el corazón de la Semana Santa, se han reunido obispos, monjes, sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos con la comunidad de San Egidio para celebrar la memoria de aquellos que han dado su vida por el Evangelio y el testimonio de la caridad. Por su importancia, vale la pena recordar el hecho de que estuvieron presentes los representantes de varias iglesias y religiones. La celebración ha tenido lugar en la basílica de Santa María en Trastevere, el martes 27 de marzo a las 18:30 hrs. La solemne Liturgia de la Palabra ha sido presidida por S.E. Card. Mac OUELLET, Prefecto de la Congregación de los Obispos; “Recordar a los mártires para volver a dar esperanza y paz a todos: es un desafío para un mayor amor”, recordaba el Cardenal durante la homilía.
Con el mismo espíritu de conmemoración de los mártires como luz y fuerza para humanizar el mundo, Fray Jarosław WYSOCZAŃSKI OFMConv ha llevado a cabo momentos de fraterno intercambio sobre los mártires de Pariacoto, durante diversos eventos formativos y de animación en el mes de marzo; entre ellos: el encuentro con los secretarios provinciales FEMO, con la comunidad “Magnificat” en Kolumna (Polonia), con comunidades de religiosas y con los refugiados de Roma.
Reflexionar sobre el martirio nos lleva a Jesús, culmen de la historia del amor y cuidado que Dios tiene por la humanidad. Por ello, conmemorar a los mártires significa tener el corazón y los ojos abiertos para un futuro más humano, para una Iglesia cada vez más conforme al espíritu del Evangelio.
Fray Jarosław WYSOCZAŃSKI, Secretario general SGAM