Después de bastante espera (¡comprensible espera!) por fin, los días 13 y 14 de mayo de 2023, el Ministro General Fray Carlos TROVARELLI visitó el Monasterio de Montone, Perugia. Era muy esperado para que, como hermano y padre, escuchara y compartiera las alegrías y fatigas del camino de la comunidad, que, en los últimos tiempos, está decididamente lleno de deseos, proyectos y esperanzas.

La voz de Fray Carlos, desde el principio de su mandato al frente de la Orden, ha sido siempre elocuente y casi «decisiva» para la comunidad monástica, para tantos pasos que el Señor la ha llamado a dar. Desde el principio estuvo al lado de sus hermanas, creyendo que la debilidad no es obstáculo para los planes del Señor, y recordando que «os basta mi gracia, pues mi fuerza se manifiesta plenamente en la debilidad» (2 Cor 12,9).
El sábado por la tarde, escuchó a las hermanas con calma y atención, acogió propuestas e ideas sin temer el trabajo ulterior que le esperaba; profundamente convencido de la unidad carismática que une a los hermanos con las hermanas clarisas, les aseguró su presencia y su apoyo.
Después de la cena, en presencia de Fray Silvano BIANCO, Secretario personal, Fray Carlos relató las vicisitudes de la Orden en todo el mundo. La belleza, el entusiasmo y el florecimiento vocacional en los países asiáticos, la disminución numérica en Europa y Occidente, obligando a reducciones y cierres, pero también permitiendo el florecimiento de nuevas experiencias, a veces proféticas. Compartió las historias de frailes desconocidos esparcidos por el continente que huelen a santidad: los que soportan enfermedades repentinas con fe y aceptación, los que están dando su vida en soledad y arriesgándola en medio de persecuciones, etc.
A la mañana siguiente se celebró la Misa dominical, presidida, por supuesto, por Fray Carlos y concelebrada por Fray Silvano. En su homilía, el Ministro general se detuvo en el significado del tiempo pascual, tiempo de recogida de frutos, subrayando que la venida del Espíritu es el mayor don de este tiempo santo; reiteró: «el verdadero fruto no es lo que nosotros podemos hacer, sino que es el Espíritu, y lo que Él puede hacer en nosotros».
Al final de la Celebración Eucarística, el Hermano Carlos bendijo los iconos de la Santa Madre de Dios, San José, San Francisco y Santa Clara, realizados por las hermanas para la iglesia del Convento de San Francisco de nuestros hermanos en Zahlé, Líbano.
Por la mañana, el Ministro general estuvo de nuevo a disposición de la comunidad para escucharle. Y, para concluir estos preciosos días, no podía faltar una buena comida dominical compartida en fraternidad.
Como hermanas, aseguramos a Fray Carlos y a todos los hermanos del Definitorio general nuestras oraciones, deseando que la identidad y la comunión carismática entre nuestras Órdenes crezca y se intensifique cada vez más para alabanza y gloria del Reino del Señor.

Hermanas Clarisas de Montone.