SANTA NAVIDAD 2022
AÑO NUEVO 2023

Prot. N. 0917/2022

A los hermanos de la Orden
EN SUS SEDES

 

Queridos hermanos, ¡que el Señor les dé Paz!

Se abre ante nosotros el trienio (2023-2026) del Centenario franciscano, que conmemora el 800 aniversario de la Regla de San Francisco y de la Navidad de Greccio (2023), de los Estigmas (2024), del Cántico de las Criaturas (2025) y de la Pascua de Francisco (2026).

Un itinerario rico y articulado que verá a la Familia franciscana implicada no sólo en la celebración de los aniversarios que acabamos de mencionar, sino sobre todo -y este es el objetivo principal del Centenario- en el redescubrimiento de la espiritualidad de comunión que une a todos los que reconocen en Francisco y Clara de Asís una paternidad espiritual. Entre los destinatarios de las celebraciones, de hecho, están todos los componentes de la Familia franciscana en sus distintos niveles.

Un verdadero itinerario jubilar que, a partir del nuevo año, nos llevará no sólo a recorrer simbólicamente algunos de los acontecimientos fundacionales de nuestra experiencia carismática, sino que, como bien se indica en las líneas generales del centenario, nos ofrecerá una preciosa oportunidad para reavivar la riqueza de nuestro carisma con una mirada profética hacia el futuro.

Queridos hermanos, al dirigir a ustedes mi saludo de Navidad, les pido encarecidamente a cada uno que aprovechen la oportunidad de los cinco centenarios, que ya están a la puerta, para que estos no sólo toquen superficialmente nuestras vidas, sino que despierten en nosotros el amor a nuestro carisma.

Las propuestas que como Familia franciscana hemos ofrecido (núcleos temáticos y su posible desarrollo formativo y celebrativo), tienen precisamente esta última finalidad. De hecho, citando de nuevo los lineamientos generales (pautas) del centenario, «somos depositarios de un bien que humaniza, que ayuda a llevar una vida nueva. No hay nada mejor para transmitir a los demás» (Evangelii gaudium 264).

Para suscitar la mejor participación posible, se decidió proponer objetivos y acciones para cada etapa, de tal modo que, en todos los contextos, hagan posible la celebración de los eventos. Invito a todos a leer las pautas generales del centenario, que pueden consultarse en el sitio web de nuestra Orden en varios idiomas.

El camino del centenario, partiendo de la conmemoración de la Navidad de Greccio (1223), nos invita a considerar no sólo qué lugar ocupa Jesús en nuestro corazón, sino también si hay lugar allí para aquellos con los que Él quiso identificarse. He querido citar estas indicaciones para expresar el deseo de que cada una de nuestras comunidades se esfuerce por ver disminuidas las distancias, en favor de una redescubierta capacidad de vida fraterna y compartir.

La Navidad de este año es ciertamente diferente a las anteriores, debido a la agitación y violencia que afectan al mundo. Precisamente por eso se nos pide que volvamos con San Francisco al auténtico significado del pesebre, en el que Dios se nos muestra tal como entró en el mundo, para incitarnos a pensar en nuestra vida inserta en la de Dios; el pesebre nos invita a hacernos discípulos, si queremos alcanzar el sentido último de la vida (cfr. Papa Francisco, Admirabile signum n. 8).

Queridos hermanos, permitidme que dirija un afectuoso saludo a los hermanos ancianos o enfermos; a los hermanos que están pasando por momentos difíciles y a los que tendrán que afrontar decisiones difíciles.

Un saludo y agradecimiento a los numerosos hermanos que gastan sin descanso su vida sirviendo a los demás en las misiones, en las parroquias, en los santuarios, en las comunidades más pobres, en la evangelización, en la acogida de refugiados y emigrantes.

Llevo en mi corazón la experiencia de cada uno de ustedes, situándolos espiritualmente a la entrada de ese santo pesebre en el que, por una singular intuición de San Francisco, todos encontramos nuestro lugar. A ustedes, a sus comunidades, a sus familias y a todos los amigos de nuestra Familia franciscana, mis mejores deseos de una santa y serena Navidad, con los mejores deseos para el Año Nuevo.

Los bendigo a cada uno en el Señor. ¡Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo!

Fray Carlos Alberto Trovarelli
Ministro General

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