Nuestro Ministro general, Fray Carlos A. TROVARELLI, también recordó con afecto la figura del Papa Francisco y la importancia de su ministerio para la Iglesia y la Orden Franciscana. Lo hizo el 23 de abril de 2025, día en el que el mundo se detuvo para despedir al Pontífice, cuyo cuerpo llegó por la mañana a la Plaza de San Pedro para el homenaje de los miles de fieles que se concentraron en Roma.
“El Papa Francisco nos ha dicho adiós y, sin duda, nos ha dejado un gran legado. Para nosotros, los franciscanos, fue una gran gracia que eligiera este nombre y, con él, todo un programa de vida y, sobre todo, de ministerio al frente de la Iglesia.
Para nosotros, franciscanos, esto nos ha dicho siempre que el carisma franciscano está absolutamente vigente, es muy actual y se puede proponer al mundo. Para nosotros, ha supuesto el inicio de una mayor purificación del carisma, una reflexión sobre la profundidad de nuestra forma de vivir para ser testigos del Evangelio de Jesucristo en este mundo.
Para la Iglesia ha supuesto una gran reforma. Aunque, si bien la reforma a nivel institucional conlleva procesos más largos, el Papa con sus signos -de forma simbólica, pero también en su doctrina, su mensaje, sus gestos y sus opciones-, dijo que esta debía ser una Iglesia del Concilio Vaticano II, cercana al mundo y a sus problemas. Una Iglesia no centrada en sí misma, sino vuelta hacia el mundo. Y para el mundo, su ministerio -este papado- ha significado la posibilidad de dialogar con todos. Ha recibido a todos, y este es ya el primer mensaje para un mundo que parece cerrarse cada vez más.
En cualquier caso, incluso aquellos que no están en primera línea en la defensa de la paz reconocen en la figura del Papa Francisco a alguien que realmente creía en ella.
Entonces fue una figura verdaderamente alternativa a lo que el mundo propone habitualmente, sobre todo los poderosos.”