Los hermanos de la Provincia de San Antonio y del Beato Jacobo de Strepa en Polonia (Cracovia) trabajan desde hace 18 años con alcohólicos y adictos a las drogas en Chęciny.

En el antiguo Convento franciscano se ha creado un Centro franciscano para la prevención y el tratamiento de las adicciones. Allí se encuentran las siguientes instalaciones: centro “San Damián” para adictos a las drogas, el albergue “Rivotorto” para personas que han completado la terapia básica, el dispensario de psicoterapia para adictos, codependientes y para el tratamiento de otros trastornos mentales.
Las personas en tratamiento permanecen en terapia durante varios meses o acuden al dispensario para recibir terapia. Los que lo deseen pueden continuar y profundizar la terapia gracias a los albergues existentes. Los frailes se forman y trabajan en este Convento como terapeutas o agentes de pastoral, ayudando niños, jóvenes y adultos, laicos y clérigos.
En Połaniec, a 90 km de Chęciny, los hermanos fundaron el albergue “Comunidad para alcohólicos. Este año, a finales de junio, celebró 14 años de actividad.
El programa terapéutico en estos lugares incluye el tratamiento del cuerpo, de la psique y del espíritu. Además de las actividades terapéuticas se ofrece catequesis. El programa de tratamiento incluye tiempo para la Eucaristía, la oración y encuentros con el director espiritual. Dos veces al año, durante la Cuaresma y el Adviento, se organizan ejercicios espirituales para los pacientes en tratamiento.
El tratamiento aquí está impregnado de elementos de espiritualidad franciscana. La especificidad del centro es que combina varias actividades: la pastoral, en la que participan también los habitantes de la ciudad y sus alrededores, y la terapéutica, que se ofrece a las personas de Polonia y también a las que vienen a hacer terapia desde el extranjero. Los franciscanos están presentes en el proceso de tratamiento de los pacientes y colaboran con los médicos y los terapeutas laicos.
El centro franciscano se creó con fondos modestos y donaciones. Sin embargo, muy pronto empezó a cumplir las normas estatales de tratamiento y ahora se financia con el fondo de salud. De este modo, los pacientes no tienen que asumir los costes del tratamiento.
Confiamos en que el Señor Dios, como ha hecho hasta ahora, concederá bendiciones para nuestro servicio en los años venideros.

Fray Piotr STANISŁAWCZYK.