Polonia: el Ministro general visita la celda de San Maximiliano Kolbe

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El 07 de julio de 2020, durante la celebración de la segunda parte del Capítulo provincial ordinario de la Provincia de “San Antonio y del Beato Jacobo de Estrepa” en Harmęże – Polonia, el Ministro general Fray Carlos A. TROVARELLI -junto con el Ministro provincial Fray Marian GOŁĄB y otros hermanos más- ha visitado el campo de concentración y exterminio de Alemania en Auschwitz-Birkenau.

Harmęże, lugar de la celebración del Capítulo provincial, es una localidad muy cercana al lugar del martirio de San Maximiliano Kolbe. Muy emotivo ha sido el momento de oración que los hermanos junto con el Ministro general han vivido en la celda-bunker, donde nuestro Mártir de la Caridad habría de ser asesinado en la víspera de la fiesta de la Asunción de la Virgen María (14 de agosto 1941), para salvar de la muerte a un padre de familia.
A continuación, transcribimos el mensaje que el Ministro general ha querido compartir con nosotros desde el campo de concentración y exterminio nazi:

Estamos en frente del pabellón donde está el bunker, donde encontró la muerte San Maximiliano y tantísima gente. Acabamos de entrar para hacer una oración y quiero compartir con la Orden lo que sentí allí, muchas cosas pasaron por mi corazón.
Es un lugar extraño porque el primer sentimiento, aunque el lugar es de muerte, ha sido de muchísimo amor. Es como que ese gran amor de San Maximiliano quedó allí en el aire, entremezclado con el aire frío y el ambiente oscuro de la celda. Y esto es un misterio muy grande, porque ese amor es un Amor con mayúscula, es el Amor del Señor.
Sentí también una unión con la Cruz, con la Cruz de Jesús; no como una idea, no como una relación racional, sino justamente como un sentimiento, porque era el mismo Amor; el mismo ambiente de soledad frente a la muerte, de oscuridad y, sin embargo, de un Amor con mayúscula.
Por eso les quiero compartir esto, y sobre todo la fuerza que yo mismo siento de seguir entregándome a Él. Es lo que también le quiero decir a toda la Orden: que vale la pena entregarse hasta el final por Amor, sin dejar nada para nosotros. O todo o nada, creo que esto es lo que hizo san Maximiliano.
Que él nos impulse a ser también nosotros testigos de ese Amor y de la entrega, que es el mejor mensaje que podemos regalar al mundo. Que Dios los bendiga a ustedes!

Fray Dariusz MAZUREK