El 4 de junio del 2018 partió de Polonia la excursión de un grupo de motociclistas -mejor dicho, la peregrinación- para conmemorar el centenario de la ordenación sacerdotal de San Maximiliano María KOLBE.
Los participantes partieron del campo de exterminio alemán de Auschwitz, donde el sacerdocio de San Maximiliano ha florecido donando la vida por un compañero prisionero que había sido condenado a morir de inanición.
El itinerario ha llevado a los peregrinos a través de Kahlenberg (Viena, Austria), donde en el siglo XVII los caballeros polacos -los “padres” de los caballeros de la Inmaculada- opusieron resistencia a las hordas turcas en Europa.
En el recorrido no podía faltar Asís y después Padua, donde en la basílica, junto con las preciosas reliquias de San Antonio, se encuentra el altar de San Maximiliano, con el cuadro insólitamente expresivo pintado por Pietro Annigoni.
De ahí, el camino los ha llevado a través de los Apeninos hasta Roma, pero antes los peregrinos se detuvieron en el cementerio de los soldados polacos en Monte Cassino, ya que justo en este año celebramos el centenario de la independencia de Polonia.
El domingo por la mañana, antes de visitar Plaza San Pedro para recitar con el Papa la oración del Angelus, los motociclistas han visitado la basílica de Sant’Andrea della Valle, donde cien años atrás San Maximiliano había sido ordenado sacerdote.
Después visitaron el convento de los Santos XII Apóstoles, donde almorzaron y recibieron una fraterna bienvenida, que quedará grabada en la memoria y en los corazones de los participantes.
Los peregrinos también asistieron a la iglesia de Sant’Andrea delle Fratte, donde San Maximiliano celebró su primera Misa, y al convento de San Maximiliano KOLBE en Via san Teodoro (mejor conocido como Casa Kolbe), en el cual maduró su sacerdocio y fue fundada la Milicia de la Inmaculada.
En el camino de regreso todavía se detuvieron en otros tres lugares kolbianos importantes: Zduńska Wola (su ciudad natal), Pabianice (ciudad de su niñez) y Niepokalanów (ciudad de la Inmaculada). De este modo, la infancia de Raimund KOLBE y la obra de su vida han sido el elemento unificador de la entera peregrinación.
Durante el viaje hubo también otros lugares ricos de experiencias espirituales: Mariazell, Lanciano, Manoppello, Rivotorto, San Damiano, la Porziuncola, Loreto, Łagiewniki… Además de tantos otros lugares ricos de experiencias inolvidables, asequibles sólo por motociclistas -las curvas de los caminos alpinos y Apeninos, la fragancia de las praderas, la belleza de la naturaleza… Loado seas, mi Señor!
Todos regresaron a casa -así dicen ellos- sanos, salvos y con la esperanza de mejorar.
Fray Marek KIEDROWICZ OFMConv, capellán del grupo