En este año 2020, ante la coyuntura de crisis sanitaria y ambiental mundiales, los hermanos del Convento y Casa de formación San Antonio de Padua en San Salvador (El Salvador) de la Custodia María Madre de Misericordia en América Central, han iniciado un proceso germinal de conversión ecológica en casa.

Los hermanos de esta comunidad (profesos solemnes y simples), han emprendido un proceso de acreditación internacional en el plano ambiental a través del Programa Bandera Azul Ecológica (PBAE), en la categoría “Eclesial-Ecológica”, nacido en Costa Rica. La Bandera Azul Ecológica es un galardón que se otorga anualmente, el cual premia el esfuerzo y el trabajo voluntario de los diferentes comités locales que buscan mejorar las condiciones higiénicas y ambientales, y utilizan el PBAE como instrumento para mitigar y adaptarse al cambio climático. El Colegio OFMConv “Saint Francis” de Costa Rica también participa en dicha iniciativa.
Integrarnos como comunidad a este proyecto no ha sido tarea fácil, pero, abrazando estas nuevas opciones, el Espíritu Santo suscita nuevos ánimos y energías en los hermanos. Desde la alimentación, pasando por el uso personal de las cosas, la administración conventual, la actividad pastoral y la misión, incluso la forma en que oramos se ha visto interpelada y movida a vivir esta urgente dimensión humana, evangélica y franciscana.
Los jardines y la pequeña huerta conventuales, la capilla, la cocina, la despensa y el comedor, la biblioteca y las habitaciones, son escenarios de la vida cotidiana que poco a poco van siendo fecundados por esta novedad, tan urgida por la reflexión del papa Francisco y tan presente en nuestra identidad carismática como franciscanos. Pero el Reinado de Dios es germinal y, por tanto, hasta la más mínima acción personal y comunitaria cuenta en la redención de nuestra realidad, que sufre en nuestros países centroamericanos la depredación de los recursos naturales, la violencia social y política, la desigualdad económica y la pobreza.
Parte de los signos de conversión ecológica realizados son: reducción, uso racional y consciente de los bienes y recursos como el agua, la energía eléctrica y el combustible; compras con criterios éticos y ambientales; control y compostaje de residuos orgánicos; separación y manejo de residuos valorizables (plástico, papel, aluminio, vidrio); cuidado del jardín y huerta del Convento; actividades pastorales que muestren el vínculo entre fe y compromiso socio-ambiental, etc.
Con estas acciones y actitudes queremos dar un carácter ecológico-franciscano a nuestra vida de comunión con Dios, a nuestro servicio pastoral parroquial, a nuestro uso de redes sociales y medios de comunicación, a nuestras decisiones vitales y a nuestra formación, así como invitar a cada uno al cuidado de la casa común y a nuevas y auténticas formas de fraternidad, minoridad y solidaridad.

Fray Ronaldo Francisco CRUZ GONZÁLEZ.