Según la tradición, el 13 de junio de 2024, cientos, si no miles, de devotos del Santo taumaturgo de Padua se reunieron en el santuario de San Antonio de Padua en Leópolis.
Personas de diversas confesiones cristianas de Leópolis y sus alrededores acuden al Santuario. Vienen a rendir homenaje a su amado Santo. A todos les une la convicción de que Dios no rechazará las súplicas de quienes recen por intercesión de San Antonio. La plaza situada detrás de la iglesia, donde tienen lugar las celebraciones, se transforma ese día en un jardín de flores, ya que los fieles traen un gran número de lirios.
La Santa Misa solemne fue presidida por Mons. Edward KAWA OFMConv Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Leópolis. Entre los concelebrantes: Fray Tomáš LESŇÁK Asistente general FEMO (Foederatio Europae Mediae et Orientalis), los sacerdotes de la Prefectura de Leópolis, junto con el Prefecto Mons. Jan NIKIEL.
En su introducción a la liturgia, el Obispo dijo: “Pidamos hoy a Dios, por intercesión de San Antonio, a quien veneramos aquí de manera especial, el fin de la guerra y la paz para Ucrania. Que Dios acepte y escuche todas nuestras intenciones con las que cada uno de nosotros ha venido hoy”.
En su homilía, Mons. KAWA destacó que San Antonio es conocido por su eficaz intercesión ante Dios. Vivió sólo 36 años. Parecería que no se puede hacer mucho en tan poco tiempo. Pero Dios se ha encargado de que su obra continúe durante más de 800 años. Él ayuda a los que le piden algo con fe. “Actualmente tenemos muchas tragedias relacionadas con la guerra; cada uno de nosotros busca hoy algo, y San Antonio ayuda a encontrar las cosas y las personas que están perdidas. Hoy cada uno de nosotros está perdido, no sabe qué hacer, cómo planificar su vida, qué decisiones tomar en este momento, qué futuro le espera. Dios no nos abandona, nos da santos y a través del ejemplo de sus vidas nos muestra qué hacer. San Antonio confiaba plenamente en Dios, se sumergía en su Palabra, era un hombre de oración y sentía una gran veneración por la Eucaristía. A San Antonio se le representa con el Niño Jesús, porque así se le apareció Dios, y con un lirio en la mano, porque vivió en castidad, es decir, en gracia santificante. Así pues, si hoy no sabemos qué hacer, Dios nos ayudará. A través de San Antonio nos dice: Escúchenme, escuchen mi Palabra. Siempre que ustedes tengan la oportunidad, participen en la Eucaristía, procuren tener un corazón puro, vivan en la gracia santificante. Entonces veremos los milagros que esperamos y por los que rezamos. Esto sucederá si estamos, como San Antonio, totalmente entregados a Dios”.
La Santa Misa terminó con la Procesión Eucarística alrededor de la iglesia y la bendición con las reliquias de San Antonio. Todos los presentes rezaron por la paz en Ucrania, por la recuperación de los soldados desaparecidos lo antes posible y por el regreso a casa de sus seres queridos, así como por la curación de los heridos y la salvación eterna de los difuntos.
Fray Stanisław PĘKALA.