La segunda parte del Capítulo ordinario de la Custodia de la Santa Cruz en Ucrania se celebró en el Convento del Beato Jacobo de Strepa en Bil’shivtsi, del 18 al 20 de febrero de 2025. La asamblea capitular estuvo presidida por el Custodio provincial Fray Stanisław NUCKOWSKI.

Al comienzo de los trabajos, Mons. Edward KAWA OFMConv, Obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Leópolis, celebró la Eucaristía y luego ofreció una meditación a los Hermanos capitulares.
En la homilía, el Obispo se detuvo en dos palabras: “estén atentos” y “cuídense”. Pronunciadas en el contexto de una guerra en curso, siguen siendo actuales para nosotros, para la Iglesia y para un mundo que está viviendo una crisis de fe e identidad. “Estén atentos” significa permanecer unidos al Señor en todo lo que experimentamos. Jesús encuentra a los discípulos dormidos en el huerto de los olivos. Es una imagen indicativa de lo que estamos viviendo hoy en la Iglesia en Ucrania. A pesar de los sacrificios, los grandes sufrimientos y los muchos desafíos, corremos el riesgo de quedarnos dormidos, volviéndonos cada vez más pasivos. Es la fe la que nos impulsa a actuar. Jesús advierte contra “la levadura de los fariseos y la levadura de Herodes”, es decir, contra la incredulidad y el enfriamiento en la acción de la gracia. Satanás siembra la duda y la angustia, y nos incita a actuar de manera puramente humana. Sin embargo, para que el Reino de Dios se realice en la creación de relaciones comunitarias y fraternas, es necesario renunciar a la “levadura del orgullo”, escuchar a Dios y buscar su voluntad. El Capítulo de la Custodia no es sólo un momento para tomar decisiones y repartir tareas, sino también un tiempo de gracia para pedir a Dios qué debemos hacer.
La meditación después de la Misa tenía como objetivo recordar las prioridades de la vida espiritual y comunitaria. Haciendo referencia a la parábola de la vid y los sarmientos (Jn 15, 1-11), el predicador recordó la necesidad de permanecer en Dios, ya que es Él quien cultiva la vid y espera que demos fruto, fruto que proviene de estar profundamente arraigados en Él. Hablando de la parábola de la higuera (Lc 13), el predicador subrayó que Dios nos da todo lo necesario para dar fruto. De nosotros, Dios sólo pide obediencia a su voluntad, y el fruto que debemos recibir y llevar es Jesús mismo. Igualmente, advirtió de los peligros, como el egoísmo y la falta de luz espiritual, que pueden llevar a la insatisfacción y a la queja. Recomendó poder algunas hojas de la vid, para permitir un mejor crecimiento. En esta lucha espiritual, la comunidad tiene un papel importante y, al mismo tiempo, hay que prestar atención al valor renovador del sacramento de la Reconciliación.
Al final del Capítulo, fueron elegidos los nuevos Guardianes: Leópolis – Fray Sławomir BYSTRY (segundo mandato), Borýspil – Fray Aleksander LITWINIUK, Kremenchuk – Fray Piotr FRANKÓW (segundo mandato), Mats’kivtsi – Fray Stanisław PĘKALA, Bil’shivtsi – Fray Marian MELNYCZUK.

Fray Stanisław PĘKALA.