El jueves 6 de febrero de 2025, por la tarde, nuestro Hermano Fray Bonaventura FEBBO, de la Provincia de los Santos Bernardino y Ángel en Italia [Abruzos], fue llamado a la Casa del Padre a la edad de 87 años, en la enfermería provincial de Silvi Marina (TE), donde residía desde hacía aproximadamente un año. Su regreso al Señor tuvo lugar el día en que la Iglesia celebra la memoria de los Protomártires de Japón, feliz sello de una vida dedicada a la proclamación del Evangelio y al cuidado del pueblo de Dios.
Fray Bonaventura nació en Brecciarola (Chieti) el 26 de mayo de 1937, hijo de Francesco y Chiara MORESCO. Desde los 13 años se acercó a la familia franciscana conventual, entrando en Asís en 1950 para formar parte de la Cruzada Misionera. En 1956 realizó el Noviciado siempre en Asís, emitiendo la Profesión simple el 29 de septiembre del mismo año. El 29 de junio de 1959 se inscribió en la Provincia de Abruzos y Molise, emitiendo la Profesión solemne en Asís el 11 de octubre de 1959. Completó sus estudios teológicos entre Asís y Penne, siendo ordenado sacerdote el 16 de febrero de 1964.
Después de un período de estudio en el Pontificio Instituto Lateranense (1964-1965) en el campo de la Teología Pastoral, fue trasladado a Penne, donde desempeñó el servicio de Vicerrector de los seminaristas y profesor. Desde 1969 fue Vicario parroquial en la parroquia de San Pío X en L’Aquila, y de 1972 a 1987 fue nombrado Párroco en Pescara. Posteriormente, fue Rector de los clérigos en el Franciscanum de Asís (1987-1989) y, de 1990 a 2000, fue Guardián y Párroco en L’Aquila. En julio de 2000 regresó a Pescara como Guardián, recibiendo también el encargo de responsable de la Oficina diocesana para el apostolado de los laicos por parte del Arzobispo Mons. Francesco CUCCARESE.
Después de un breve período en Civitella del Tronto (2012-2013), en 2013 fue elegido Guardián del Convento de Castelvecchio Subequo y nombrado Párroco. Desde 2016 hasta noviembre de 2024 regresó a Pescara, enfrentando con fe la lucha contra la enfermedad de Alzheimer, que progresivamente le fue impidiendo ejercer su ministerio presbiteral. En noviembre de 2024 recibió su última obediencia y fue trasladado a la enfermería provincial de Silvi Marina, donde falleció serenamente.
Fray Bonaventura sirvió a su Provincia religiosa con generosidad y dedicación, desempeñando, además de las funciones de Guardián y Párroco, también la de Definidor provincial. Su vida estuvo marcada especialmente por un intenso servicio pastoral. Fue animador de la Milicia de la Inmaculada, de la Orden Franciscana Seglar y del Centro Misionero; así como iniciador y promotor de la “Comedor San Francisco”, adyacente al Convento de Pescara, y del Camino Neocatecumenal del mismo lugar que, arraigándose gradualmente, ha generado a lo largo de los años un pueblo de miles de fieles procedentes de todo el territorio de Pescara. “Bonny”, como solían llamarlo sus amigos, es recordado con afecto y estima por todos los que lo conocieron. Tenía un temperamento apacible y sereno, que sabía hacer sentir acogido a cualquier hermano que se acercara a él. Era proverbial la sencillez y ligereza con que sabía afrontar cualquier desafío y situación, transmitiendo a los demás la misma confianza.
La celebración exequial, presidida por el Ministro provincial Fray Mauro M. DE FILIPPIS DELFICO, tuvo lugar el sábado 8 de febrero de 2025 en la parroquia de San Antonio en Pescara, iglesia que durante muchos años fue el centro de su ministerio pastoral. La concelebración contó con la participación de numerosos Hermanos, sacerdotes y, sobre todo, fieles laicos, motivados por el enorme afecto y la estima que sentían por su incansable servicio. Entre los muchos asistentes, hubo una notable participación de los jóvenes que habían tenido la oportunidad de vincularse a él de diversas maneras y les unía una gran gratitud. Su cuerpo fue enterrado en el cementerio del Convento de Civitella del Tronto, donde descansa en paz junto a sus Hermanos que compartieron su camino.
Con afecto y gratitud, lo recordamos en la oración y lo encomendamos a la misericordia de Dios.
Fray Paride AMMIRATI, Secretario provincial.