¿Qué se puede hacer en Groenlandia? ¿También vive gente allí? Esa fue la primera reacción de algunas personas que se enteraron de mi visita fraterna a Groenlandia, que tuvo lugar los días 14-23 de agosto de 2024.

No sólo viven allí seres humanos, unos 56.000 en ésta, la isla más grande del mundo, sino que hay algunas pequeñas comunidades católicas, la gran mayoría de ellas filipinas. La comunidad católica más numerosa se encuentra en la capital, Nuuk, con unos 200 fieles que se reúnen todos los domingos en la Parroquia de Cristo Rey. Son nuestros Hermanos los responsables de esta comunidad parroquial.
Uno de los Hermanos de Copenhague, Fray Tomaž MAJCEN, fue nombrado Párroco de Nuuk en el verano de 2023. Viene algunas veces durante el año, pero lo mejor es que con algunos sacerdotes de Dinamarca asegura la Celebración eucarística para los fieles todos los domingos.
Durante la Visita fraterna experimenté por mí mismo la felicidad de la comunidad católica por tener acceso a los sacramentos y a la Celebración eucarística semanal. El domingo 18 de agosto celebramos juntos la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, a la que siguió un momento de convivencia.
Hay algunos otros pequeños grupos de católicos en la isla que no tienen iglesia propia. De vez en cuando, un sacerdote visita a un pequeño rebaño católico en la ciudad de Ilulissat, a dos horas de vuelo al norte de Nuuk, y en esa ocasión los fieles se reúnen en sus propias casas, viviendo así una experiencia similar a la de los primeros cristianos.
Estas pequeñas comunidades católicas arrastran una larga tradición, ya que el Evangelio llegó a la isla ya en la Edad Media, a lo que siguió la erección de la Diócesis de Garðar en 1126. Tras muchas vicisitudes históricas, hoy el territorio groenlandés pertenece eclesiásticamente a la Diócesis de Copenhague.
Nuestra Orden, por tanto, está descubriendo nuevos e insólitos lugares de evangelización, y quién iba a decir que nuestros Hermanos podrían rezar, parafraseando a San Francisco Javier: “Señor, envíame donde quieras, ¡quizás incluso a Groenlandia!”.

Fray Igor SALMIČ.