El sábado 20 de mayo de 2023, en la «Sala del Despojo» de Asís, tuvo lugar la presentación del libro de Fray Felice AUTIERI: «Francisco y los Obispos de Asís: historia de una relación». En el encuentro, moderado por la periodista Safira LECCESE, estuvieron presentes, además del autor, el obispo de Asís Mons. Domenico SORRENTINO, el custodio de la Custodia general del Sacro Convento de San Francisco de Asís en Italia Fray Marco MORONI y la Alcaldesa de Asís Stefania PROIETTI.

El objetivo de este estudio es trazar el itinerario humano y espiritual vivido entre Francisco y los Obispos de Asís: Guido I y Guido II. La profundización de la historiografía franciscana, sobre todo en los últimos sesenta años, ha contribuido a sacar a la luz la figura y la personalidad de Francisco y de los dos Obispos, eliminando las numerosas incrustaciones hagiográficas que hoy permiten esclarecer su historia humana. La relación de Francisco con los dos pastores se analiza comparando la vertiente histórica con la hagiográfica.
En su camino de conversión del despojo a la muerte en la Porciúncula, Francisco se apoyó en la Iglesia jerárquica a través de los Obispos de Asís y del Papa. La relación del Santo con los dos Obispos nunca expresó una cortesía de fachada, sino que fue fruto de una relación auténtica. Guido I estuvo presente y le defendió en el acto de entrega de las vestiduras a su padre, estuvo junto a Francisco y sus compañeros en Roma para la aprobación de la forma de vida primitiva. Guido II lo acompañó en el crecimiento del movimiento franciscano, lo quiso como huésped en el episcopado poco antes de su muerte, y finalmente dio órdenes para que fuera enterrado temporalmente en la iglesia de San Jorge.
Es cierto que Francisco no ignoraba los defectos, pecados y traiciones de los hombres y de la institución eclesial, pero sin embargo quiso servirla como un hijo solícito, hasta el punto de ser «iglesia» en «la Iglesia». En lugar de sorprendernos, esto hace que la imagen de Francisco sea auténticamente la de un hombre y un santo, pero de una santidad encarnada en la vida y tal que lo hace aún hoy particularmente relevante y creíble.

Fray Felice AUTIERI.