El 29 de noviembre de 2023 tuvo lugar en la Basílica de San Francisco de Bolonia una lectura pública de la Regla bulada de los Hermanos Menores en el octavo centenario de su aprobación.

Podríamos, quizá con cierto atrevimiento, llamarlo un «experimento franciscano libre», sin moralismos ni preclusiones. Consistió en tomar a doce boloñeses contemporáneos, entre ellos un educador y un neuropsiquiatra, una empresaria y un cooperador, un economista, un político, un deportista, un estudiante, médicos, incluso un dominico, y pedirles, bajo la bandera de la máxima libertad de expresión, que comentaran un artículo cada uno de la Regla bulada. Es el texto donde San Francisco confió sus indicaciones definitivas para el futuro camino y la vida de los hermanos. El Papa Honorio III dio su aprobación el 29 de noviembre de hace ochocientos años. El número 12, de los invitados, tiene que ver con la sencilla razón de que es el número de capítulos de la citada Regla. Y quizá ésta fue la primera sorpresa, tanto para los «testimonios» como para el numeroso público que llenaba la Basílica el 29 de noviembre. La directiva del Santo de Asís es esencial, sin florituras, casi minimalista. Habríamos esperado un estatuto elaborado, con mil casos, prohibiciones y obligaciones. En cambio, hay la sencillez, la libertad y la claridad que cabe esperar en un hombre como Francisco. Ciertamente, también está todo su radicalismo evangélico, pero siempre con la apremiante invitación a no exagerar y a no juzgar a los demás. Al concluir este encuentro, Marina ORLANDI, ante el último artículo sobre los frailes que querían ir de misión entre sarracenos «y otros infieles», se limitó, sorprendida, a señalar lo mucho que Francisco, como un padre, se preocupaba por sus amigos, sus compañeros de viaje. Y esta nota es quizá la que resume mejor lo que se percibió en el encuentro de Bolonia, acompañado por la lectura artículo por artículo de la Regla, a cargo de Jacopo TREBBI, mientras Andrea GIANESSI creaba una especial atmósfera musical en la Basílica, para acompañar tanto las lecturas como los testimonios.
No es que toda esta confrontación entre personas del tercer milenio y el santo del siglo XIII fuera fácil. ¿Cómo confrontarse, por ejemplo, con la pobreza buscada o el rechazo del dinero? ¿O con la rotunda prohibición de entrar en conventos femeninos? ¿Y con la confesión de los pecados? Cada uno de los invitados, con su propio bagaje ideal, aunque admitió su sorpresa por la invitación recibida y la dificultad del reto, no rehuyó el compromiso.
El replanteamiento del legado de San Francisco no terminará con los actos para recordar y comprender la Regla bulada. Este año también se celebra el 800 aniversario del famoso belén de Greccio. Y la Basílica de Bolonia acoge una exposición didáctica sobre el significado de la representación de la natividad, adquirida y propuesta por la escuela Il Pellicano de Bolonia, junto con dos belenes artísticos de la escultora Elena SUCCI y otros de la tradición, especialmente de Bolonia, procedentes de la colección de los señores LANZI, conocedores del arte sacro.

Gianni VARANI