Del 10 al 15 de marzo de 2025, los Hermanos de la Delegación de Chile, realizaron sus ejercicios espirituales anuales en Quilvo, en el Monasterio de las Hermanas Trapenses “Nuestra Señora de Quilvo”, guiados por el Cardenal Celestino AÓS BRACO OFMCap, ex Arzobispo de Santiago de Chile.

Además de los Hermanos de la Delegación, también participaron el postulante de la Provincia Rioplatense de San Antonio de Padua en Argentina y Uruguay Yoel Daniel BAJINAY y Fray Alberto LACOVARA, quien permanecerá en la Delegación chilena hasta mediados de 2025.
Durante los ejercicios, Fray Celestino, invitó a los Hermanos a reflexionar sobre la esperanza siguiendo el lema del Año Jubilar: Peregrinos de esperanza. Destacó que, a pesar de los sufrimientos, de los fracasos, de los abusos, de la discordia y de la falta de autoestima, hay que saber encontrar la esperanza en Jesús, en San Francisco, en la Iglesia, en la Orden/comunidad, así como en uno mismo y en María nuestra madre, Madre de la esperanza. Señaló que nadie es perfecto, sólo Dios, y que en Él debemos tener siempre fija nuestra mirada. Planteó dos preguntas clave para la reflexión: “¿Qué espero yo de Jesús, de San Francisco, de la Iglesia, de la Orden/fraternidad, de mí mismo, de María? y ¿qué espera de mí Jesús, San Francisco, la Iglesia, la Orden/fraternidad y María? Subrayó que estos ejercicios son una oportunidad para valorizar lo positivo, lo bueno y las cualidades de cada persona y situación.
Para mantener viva la esperanza, destacó la importancia de dos aspectos fundamentales en el diario vivir: la oración y la conversación. Explicó que la oración ayuda a pasar del espíritu mundano al espíritu evangélico centrándose en las enseñanzas de Jesús y que la oración transforma el corazón. Una comunidad que no reza no es comunidad religiosa sino solo un grupo de colaboradores o amigos. Y como en la Eucaristía pedimos la unidad y la paz, las conversaciones nos ayudan a fortalecer la unidad entre nosotros. Sin el diálogo uno tiende de alejarse de la fraternidad y cuanto más uno se aleja de la fraternidad, más se aleja de Dios y viceversa.
El viernes 14 de marzo, después del rezo de Vísperas, los Hermanos compartieron entre ellos su Proyecto de Vida Personal, que no es sólo una mera costumbre dentro de la Delegación, sino una expresión del compromiso de cada Hermano con su crecimiento personal, el cual propiciará el crecimiento en la fraternidad y la Delegación.
El último día, 15 de marzo, se llevó a cabo el primer encuentro de la Delegación de este año, en el que se compartieron líneas de trabajo para el año 2025, se brindaron informes sobre la primera parte del Capítulo ordinario de la Provincia madre San Antonio de Padua [Norte de Italia], celebrado en febrero pasado, y se discutieron temas como economía, formación de los postulantes, la reunión de la Federación y la evaluación de actividades de la Pastoral Juvenil y Vocacional, así como la misión de verano.
La semana de ejercicios no sólo fue una oportunidad para la renovación espiritual, sino también un momento de reflexión que permitió renovar la esperanza de los Hermanos, en el marco del 30° aniversario de la Delegación de Chile.

Fray Jack GINTING.