Del 3 al 23 de febrero de 2020, Fray Tullio PASTORELLI misionero en Chile y Fray Valerio FOLLI responsable del Centro misionero provincial (ambos pertenecientes a la Provincia italiana de San Antonio de Padua – Norte de Italia), han organizado y conducido una experiencia juvenil misionera.

Aproximadamente dos años y medio atrás, se dio inicio a la organización de esta experiencia de intercambio entre Iglesias hermanas –Chile e Italia- por parte del grupo misionero de la Parroquia Jesús de Nazaret en Curicó, para ser testigos de esperanza en Italia, y conocer y compartir la espiritualidad franciscana en su plenitud.
La experiencia comenzó en Roma, donde el grupo participó en la XXXI Asamblea Misionera Franciscana de los Frailes Menores Conventuales del área FIMP (Federazione Intermediterranea Ministri Provinciali). Durante esta asamblea compartieron cómo se vive el cristianismo en Chile y especialmente cómo los jóvenes están comprometidos en el servicio misionero para con los más pobres y los últimos de la sociedad, ofreciendo de esta manera el signo de un testimonio auténtico, justo como ha invitado repetidamente el Papa Francisco.
Del 4 al 7 de febrero el grupo visitó Asís, especialmente los lugares que encierran la verdadera y genuina espiritualidad franciscana. Visitando la ciudad de San Francisco y Santa Clara, los jóvenes se emocionaron profundamente al poder estar ante el Crucifijo de San Damián, pidiendo con el corazón abierto al Señor: “¿qué cosa quieres que yo haga por tu Iglesia?”
Del 8 al 11 de febrero los participantes se trasladaron a Padua. Pasando por Longiano conocieron a la fraternidad de hermanos presentes en esa ciudad; luego tuvieron un encuentro con nuestros hermanos misioneros de la familia MACCA, Angela y Salvatore, quienes estuvieron en Chile durante varios años en la comunidad de Copiapó. El 16 de febrero tuvieron la oportunidad de celebrar la Santa Misa en la Basílica de San Antonio, en la memoria del traslado del cuerpo del Santo: todos participaron en esta celebración con devoción y fe en la Eucaristía, pidiendo desde lo profundo del corazón paz y serenidad para Chile.
Por último, entre el 18 y el 22 de febrero, el grupo regresó a Roma para conocer los lugares emblemáticos de este espléndido país que es Italia. La experiencia más fuerte, seguramente, ha sido la participación en la Audiencia del Miércoles en el Vaticano, y escuchar al Papa Francisco que, a través de su testimonio, ha reencendido el corazón de los presentes.
El grupo quiere agradecer profundamente a cada una de las personas con quienes se encontraron durante esta bella experiencia de fe y crecimiento humano y espiritual; especialmente desean agradecer a Dios por todos aquellos que les han dirigido palabras de ánimo, por los momentos de profunda oración vividos, por los encuentros y la fraternidad compartida.

Verónica RÍOS CÁRESES