Del 30 de agosto al 03 de septiembre de 2021, los hermanos de la Delegación provincial en Chile se reunieron en Santiago para vivir una semana de fraternidad.

La semana comenzó con un breve retiro dirigido por Fray Matteo MARTINELLI, recién llegado a la Delegación, procedente de la Provincia italiana de San Antonio de Padua (Norte de Italia). Fray Matteo invitó a los hermanos a meditar sobre dos textos bíblicos: uno sobre la vocación de Abraham, haciendo hincapié en el verbo “partir, salir” (Gn 12, 1-4) y el otro sobre la llamada de Jesús a Nicodemo a “nacer de nuevo” (Jn 3, 1-21). Luego, los hermanos compartieron sus reflexiones personales durante la Santa Misa.
En los días siguientes, Fray Fabrizio RESTANTE y Fray Tullio PASTORELLI compartieron su experiencia del Capítulo provincial ordinario de junio y julio de 2021. Fray Fabrizio informó sobre las diversas decisiones del Capítulo, incluyendo el cierre de la primera presencia chilena en Copiapó, fundada en 1995, y el Proyecto Provincial Cuatrienal (PPC). Dirigido por el Delegado provincial Fray Tullio, también hubo un diálogo sobre el pasado y el futuro de la Delegación. Otros temas tratados fueron: el camino de la FALC (Federación América Latina Conventuales), la Pastoral juvenil y vocacional, el encuentro de la CONFERRE (religiosos y religiosas de Chile) y la economía de la Delegación.
Un momento especialmente significativo fue la peregrinación al Santuario de Santa Teresa de los Andes, primera santa chilena, ubicado a 70 km al norte de Santiago. Aquí se conmemoró el 25º aniversario de la Profesión simple de Fray Augustin BUDĂU, que presidió la Santa Misa solemne.
También se tuvieron momentos de esparcimiento: paseos vespertinos, celebraciones de cumpleaños y de onomásticos de los hermanos, etc.
El último día, los hermanos se conectaron vía internet con los dos formandos: Fray Benjamín CASTRO del Noviciado de Colombia y Fray Augusto Esteban URZÍA GONZÁLES que se encuentra en Italia.
“Qué bueno y agradable es que los hermanos vivan unidos”, dice el Salmo 132 (133). Es la alegría de la unidad y del amor fraterno que los hermanos han sentido en estos días, después de tantos meses sin poder encontrarse. La semana ha sido como ese aceite fragrante símbolo de la consagración a Dios, y como el rocío que refresca las relaciones fraternales. Y porque el mismo Jesús dijo: “donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos” (Mt 18, 20), estamos convencidos de que la semana de fraternidad ha sido un recurso para hacer más fecundos los servicios y la presencia de los hermanos en tierra chilena, porque “allí el Señor da su bendición, la vida para siempre”.

Fray Jack GINTING