El próximo año 2025, la Arquidiócesis de Częstochowa en Polonia celebrará el centenario de su erección. Como preparación para este jubileo, la imagen de la Madre de Dios de Częstochowa se encuentra peregrinando por las parroquias de la Arquidiócesis. La peregrinación va acompañada del lema: ¡María! Salva el amor y la vida de nuestras familias.

El jueves 4 de julio de 2024, la imagen de la Virgen Negra visitó la iglesia del Convento de Radomsko. Con motivo de este jubileo, el Papa Francisco dirigió una carta especial de buenos deseos para que esta iniciativa de oración fortalezca espiritualmente a todas las familias, ya que son el camino de la Iglesia y el futuro del mundo. Que la Sagrada Familia de Nazaret: Jesús, María y José, icono de toda familia humana, ayude a todas sus comunidades a profundizar en la responsabilidad de su vocación y misión en la sociedad humana y en la Iglesia.
El icono de Nuestra Señora de Częstochowa fue entregado solemnemente a los Hermanos Conventuales por el clero y los fieles de la parroquia de San Lamberto, y fue introducido en el templo en compañía, entre otros, de Monseñor Antoni DŁUGOSZ de Częstochowa y del Ministro de la provincia de San Antonio y del Beato Jacobo de Strepa en Polonia (Cracovia) Fray Mariusz KOZIOŁ. Este último, junto con el clero diocesano y religioso, celebró la Eucaristía.
El Guardián de Radomsko Fray Dariusz SOWA dio la bienvenida a María con las palabras de San Francisco de Asís: «Salve, Señora, Santa Reina, Santa Madre de Dios, María. (…) Salve, palacio suyo; salve, tabernáculo suyo; salve, casa suya. Salve, vestidura suya; salve, esclava suya; salve, Madre suya» (cf. Saludo a la Bienaventurada Virgen María). Encomendó a María a todos los presentes y a los que rezan y trabajan allí cada día: «Míranos en este santo tiempo de visitación. Contempla con tu mirada maternal toda nuestra vida, sus luces y sus sombras. Contempla con tu mirada a nuestra Parroquia, a todos los sacerdotes y fieles, y también a esta iglesia y a este Convento franciscano. María, dondequiera que vayas, trae siempre el Espíritu Santo, pues estás llena de Él. Te lo suplicamos con confianza: tráenos el Espíritu Santo. Aviva y renueva esta comunidad franciscana. Aviva y renueva este lugar. Que todos los que vengan aquí se sientan como en casa. Que todos los que vengan y se vayan de aquí salgan tocados, fortalecidos y transformados por la gracia de tu Hijo».
El acto terminó a medianoche, con la oración de los fieles por nuevas vocaciones sacerdotales y religiosas, y la Santa Misa celebrada por los Hermanos de Radomsko.

Fray Jan M. SZEWEK.