El Convento San Maximiliano M. Kolbe en Lourdes, ha tenido la oportunidad de acoger a 17 jóvenes frailes en formación inicial o permanente durante este verano 2019, para una experiencia de vida fraterna y de servicio en esta ciudad mariana.
Los hermanos provenían de Italia, Rumanía, Croacia, Brasil, Zambia, Perú y España. Nuestra comunidad ha acogido con entusiasmo y alegría la diversidad cultural y la unidad carismática del grupo.
Además del ritmo natural de la vida fraterna con la oración y los momentos de los alimentos, los hermanos han brindado servicio en el santuario: en la gruta, las piscinas, en el recorrido de Santa Bernadette, animando el rezo del Via Crucis, acogiendo a los penitentes en la capilla de las confesiones, llevando las reliquias de Santa Bernadette en la procesión aux flambeaux. También, los hermanos han brindado acogida a los peregrinos en nuestro Centro misionero de la Mission de l’Immaculée, con la escucha y la catequesis. Durante los meses de verano, el Centro ha recibido a más de 6,000 personas.
Los servicios prestados en el santuario han permitido a nuestros jóvenes frailes encontrarse y colaborar con otros jóvenes seminaristas y voluntarios, creando de esta manera lindos lazos de amistad.
La comunidad también ha propuesto algunos encuentros formativos de testimonios para conocer mejor el contexto social y eclesial francés. Por este motivo han sido invitados: el Obispo de Tarbes-Lourdes Mons. Nicolas Jean René BROUWET, el Rector del Santuario, diversas familias y personas que viven el carisma de la acogida/bienvenida, la comunidad Cenáculo, etc.
La ciudad de Lourdes, gracias a su fecundidad espiritual, es capaz de ayudar a todos en el crecimiento humano, espiritual y franciscano. Y, ciertamente, esto ayuda a que la espiritualidad mariana y Kolbiana eche raíces fuertes en la formación.
La comunidad de Lourdes y la Custodia provincial de San Buenaventura en Francia y Bélgica agradecen a los formadores y a los Ministros provinciales que han hecho posible que nuestros jóvenes frailes vivieran esta experiencia de servicio y de misión tan enriquecedora para ellos, pero también para el Convento de Lourdes y para la Custodia.
Los Frailes del Convento de Lourdes.