Fray Maurus HAUER de la Provincia de la B.V.M. Consoladora de los Afligidos en U.S.A. (OLC) se ha ido a las moradas eternas la mañana del domingo 17 de febrero 2019. Con 101 años de edad, era el Franciscano Conventual más anciano del mundo.

Fray Maurus nació en Terre Haute – Indiana, el 17 de octubre de 1917. Inició su camino vocacional reuniéndose con un hermano nuestro, animado por la Madre superiora de las hermanas que enseñaban en su parroquia. Entró en el seminario menor franciscano conventual en Mount Saint Francis – Indiana, como estudiante del liceo. Todo esto tuvo lugar durante la “Gran Depresión” en los años 30’s del siglo XX; también el seminario comenzó a experimentar dificultades financieras; fue necesario pedir a algunos seminaristas que continuasen sus estudios de liceo en sus ciudades de origen. Por tal motivo, Fray Maurus regresó a Terra Haute para frecuentar ahí el liceo. Un año después, fue anunciado que la situación financiera del seminario había mejorado y que habría podido volver si así lo deseaba. Fray Maurus siempre sintió la llamada de regresar al seminario franciscano como un signo providencial de su vocación sacerdotal y religiosa. En realidad, fue el único de su clase que regresó al seminario después del año en su propia ciudad.
Emitió la Profesión simple el 17 de agosto de 1939, la Profesión solemne el 17 de agosto de 1942, y fue ordenado Presbítero el 24 de febrero de 1945.
Vivió gran parte de su ministerio sacerdotal en una región aislada, en el suroeste de los Estados Unidos. Llegó a tener gran competencia en el idioma español y sirvió a la comunidad de lengua hispánica y a los nativos americanos en áreas rurales pobres.
Como sacerdote, contaba haber bautizado numerosos niños y adultos; que ha sido capaz, con sus colaboradores, de trasladar una capilla abandonada y convertirla en una iglesia parroquial en Loving – New México.
El día de su cumpleaños número cien, Fray Maurus ha ofrecido a todos su testimonio de fe, narrando su certeza de la presencia de la mano de Dios durante su vida.
Todos lo recordarán por su servicio humilde y su constante sonrisa; agradecemos al Señor por habérnoslo donado.

De la Provincia.