La misión es una escuela y una prueba de formación importantísima, incluso para los candidatos al servicio diplomático de la Santa Sede. La atención que el Papa Francisco pone sobre la experiencia misionera en cada rincón del mundo, se convierte en una necesidad formativa, a partir del año académico 2020-2021.

Son estas las líneas que el Santo Padre escribe al Presidente de la Pontificia Academia Eclesiástica S.E. Mons. Joseph MARINO, en la carta fechada 11 de febrero de 2020, para que en el curriculum de la formación académica se integre un año entero dedicado al servicio misionero, fuera de la respectiva Diócesis de origen, en las Iglesias particulares presentes en cada continente.
Se trata de un deseo ya manifestado en la conclusión del Sínodo de Amazonía y que ahora se convierte en un paso clave en la formación. “Estoy convencido de que una tal experiencia –escribe el Papa Francisco- podrá ser útil a todos los jóvenes que se preparan o inician el servicio sacerdotal, pero especialmente a todos aquellos que en un futuro serán llamados a colaborar con los representantes Pontificios y, seguidamente, podrán convertirse a su vez en Enviados de la Santa Sede a las Naciones y a las Iglesias particulares”.
Se trata de una preparación que hará posible confrontarse y calarse en las diversas realidades internacionales, viviendo concretamente la teoría pastoral obtenida con el estudio, en un camino de cotidiana evangelización a codo con las Iglesias particulares y las diversas poblaciones, en contextos diferentes.
Atención puesta sobre la misionariedad, que fortalece el lazo de unión entre el Papa con San Francisco de Asís y sus hermanos que a lo largo de los siglos, así como hoy, se ocupan y comprometen en las misiones en todo el mundo. Justo hace unos días, en seguida de la Exhortación Apostólica “Querida Amazonía”, el portal web de la Orden de Frailes Menores Conventuales (https://www.ofmconv.net/es/querida-amazonia-e-il-nostro-ordine/), además de recordar el compromiso misionero propio de los hermanos, invitaba a todos aquellos que sentían la inspiración a ir de misión, tal vez después de haber leído la Exhortación Apostólica, a hacérselo saber a su Ministro o Custodio, para dar inicio a una nueva e intensa experiencia pastoral y de testimonio evangélico.

Elisabetta LO IACONO – Oficina de Prensa Seraphicum
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