El sábado 15 de octubre de 2022, en Gniezno, diez candidatos comenzaron el postulantado, es decir, el primer año de formación: cuatro de la Provincia de la Madre de Dios Inmaculada (Varsovia), tres de la Provincia de San Antonio y del Beato Jacobo de Strepa (Cracovia), dos de la Provincia de San Maximiliano M. Kolbe (Gdansk) y uno de la Custodia provincial de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María en Eslovaquia.

Durante el rito, los candidatos recibieron la tau y los escritos de San Francisco y Santa Clara, y después de la Misa, la corona del rosario con las reliquias de los Beatos Mártires misioneros franciscanos del Perú: Fray Zbigniew STRZAŁKOWSKI y Fray Michał TOMASZEK.
Los tres Ministros provinciales: Fray Grzegorz BARTOSIK de Varsovia, Fray Marian GOŁĄB de Cracovia y Fray Wojciech KULIG de Gdansk, aseguraron a los nuevos postulantes que la Santa Misa se celebraría según sus intenciones, y dieron gracias a Dios por su vocación. Antes de la Misa, ante las tumbas de San Adalberto y de la Beata Yolanda, rezaron por ellos, encomendándolos a la protección de la Santísima Virgen María de la Consolación, Señora de Gniezno.
En su homilía, el Hermano Marian recordó las palabras de la Carta de San Pablo a los Efesios: «para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les conceda un espíritu de sabiduría y de revelación que les permita conocerlo verdaderamente» (Ef 1,17), añadiendo que se trata de un programa de formación para ellos.
Al mismo tiempo, les pidió que siguieran el camino de San Francisco, que «llevaba siempre a Jesús en el corazón, a Jesús en los labios, a Jesús en los oídos, a Jesús en los ojos, a Jesús en las manos, a Jesús en todos sus miembros» (1Cel 115).
Concluyó su homilía con la exhortación del Poverello de Asís, citada en la Segunda Vida: » El deleite es breve; la pena, perpetua; el padecimiento, poco; la gloria, infinita. De muchos la vocación, de pocos la elección, de todos la retribución». (2Cel 191). Hermanos, mientras tengamos tiempo, hagamos el bien (cf. Gal 6,10).
Después de la Eucaristía, los hermanos hablaron de su camino vocacional, de cómo fue que llegaron a la Orden Franciscana. Sus superiores mayores y formadores hicieron lo mismo.

Fray Jan Maria SZEWEK.