Del 24 de julio al 20 de agosto de 2022, ocho hermanos de la Federazione Intermediterranea Ministri Provinciali (FIMP), vivieron en el Protoconvento de Rivotorto la experiencia del segundo Noviciado en preparación a la Profesión perpetua.

Los hermanos participantes fueron: Fray Alejandro María ALDAVERO ROMERO y Fray César Antonio EUCEDA CHAVER de la Provincia de Nuestra Señora de Montserrat en España, Fray Augusto Esteban URZÚA GONZÁLES de la Delegación provincial en Chile de la Provincia italiana de San Antonio de Padua (Italia Norte), Fray Ettore FILIPPUCCI, Fray Emiliano DI SEBASTIANO y Fray Roberto LIGGERI de la Provincia italiana de San Francisco de Asís [Italia Central], Fray Antonio GRASSI de la Provincia de los Santos Nicolás y Ángel en Apulia y Fray Domenico Paolo DI RIDOLFI de la Provincia de los Santos Bernardino y Ángel en los Abruzos, Italia. La experiencia estuvo dirigida por Fray Bernardino HOSPITAL POSADA de España y Fray Etienne GILSON de la Provincia de San Pablo Apóstol en Malta.
El programa de cuatro semanas inició con el rito de escribir el propio nombre en el libro de la historia de la salvación, recordando que Dios nos ha llamado a cada uno por nuestro nombre.
Durante la primera semana, Fray Bernardino ayudó a los hermanos a volver a situar la oración en el centro de sus vidas, empezando por la pregunta de por qué rezamos. Una mayor conciencia de este aspecto puede evitar os riesgos en la vida religiosa: instalarse en la rutina de la oración comunitaria hasta convertirla en un ritual vacío, dejándose atrapar por las actividades cotidianas, experimentando un verdadero eclipse de la oración personal. Para profundizar en este tema, los hermanos se reunieron con las clarisas urbanistas de Montone, que con su testimonio subrayaron la importancia de una vida espiritual que involucre toda la existencia en la pertenencia al cuerpo eclesial.
La segunda semana, introducida por un encuentro sobre la historia personal a cargo de Sor Samuela RIGON, fue una lectura existencial de la historia de la salvación comunicada por los textos bíblicos. Fray Gianni CAPPELLETTO presentó un recorrido de la Sagrada Escritura para estimular algunas preguntas existenciales que no pueden responderse sin reflejarse en la Palabra de Dios: ¿Quién soy yo? ¿De quién soy? ¿Para quién soy? ¿Quién voy a ser? ¿Cómo seré? Son preguntas a las que nos arriesgamos a responder sólo desde la lógica humana y psicológica, pero no podemos ser felices si no captamos la lógica eucarística que lleva al hombre a vivir plenamente sus relaciones con Dios, con el prójimo y consigo mismo.
La tercera semana comenzó con una charla de la teóloga Simona SEGOLONI, que pidió a los hermanos que reflexionaran sobre el significado de su llamada en la Iglesia hoy. Bajo la dirección de Fray Etienne, los hermanos repasaron a continuación las diferentes formas en que se revela el rostro de Cristo para vivir un seguimiento sincero.
La cuarta semana comenzó en Loreto con la solemnidad de la Asunción, continuó en Montedinove con dos días de eremitorio en los que e pudo escuchar en silencio a Dios, para comenzar a mirar el futuro a la luz del camino realizado y de la Regla de San Francisco.
Un elemento importante del mes fue la visita a los lugares donde vivió San Francisco y el encuentro con las comunidades de hermanos que habitan esos lugares: el eremitorio de las cárceles, los lugares de las Florecillas, el Santuario del Alverna, el Santuario de Santa Ángela en Foligno, Las Celdas, el Santuario de Santa Margarita y la iglesia de San Francisco en Cortona, los santuarios del Valle Reatina, el Santuario de San José de Cupertino en Osimo.
Por último, no se puede olvidar el papel desempeñado por la comunidad de Rivotorto, que acogió a los hermanos del segundo Noviciado con atención y afecto fraterno, y con la que se iniciaban las jornadas alabando juntos al Señor en el Sagrado Tugurio.
El mes concluyó con la Misa en el Sacro Convento y la consagración de las Taus, signo para los futuros Profesos solemnes de una vida franciscana en respuesta a la llamada de Cristo que hoy, como siempre, les dice a ellos, y a cada hermano: “Vayan y hagan también ustedes lo mismo…”.

Fray Roberto LIGGERI.