El 17 de octubre de 2020, el Convento de San Maximiliano M. Kolbe en Roma se ha vestido de fiesta. En efecto, el 16 de octubre de 103 años atrás, en este Convento -casa de formación en aquel tiempo-, San Maximiliano junto con sus compañeros de seminario fundaba la Milicia de la Inmaculada, con el objetivo esencial de salvar las almas a través de la consagración total a la Inmaculada.
Este proyecto suyo, aprobado por los superiores y compartido por muchos hermanos y laicos, cuenta hoy con miles de seguidores e inscritos en el mundo. Desgraciadamente, a causa de la pandemia y siguiendo las directrices en curso del gobierno italiano, no ha sido posible invitar a más personas, para evitar aglomeraciones. La jornada ha sido vivida en intimidad fraterna y recogimiento. Aun así, los hermanos han vivido unos momentos de convivencia y de serena alegría.
A las 5 de la tarde, el Delegado del Ministro general para la M.I. Fray Raffaele DI MURO, ha presidido la Santa Misa para recordar el evento de la fundación de la Milicia. En su homilía, nuestro hermano ha recordado a los presentes cómo tan sólo pocos meses después de la fundación, dos de los co-fundadores murieron a causa de la tristemente famosa “gripe española”. Pareciera casi una crónica actual.
La consagración a la Inmaculada, total, incondicionada, entusiasta y alegre, debe seguir siendo un fuerte impulso que nos mueva a salir de nosotros mismos y a reconocer a nuestros hermanos. En el mundo de hoy, tan probado por la carencia de vocaciones sacerdotales y religiosas, San Maximiliano nos ayude a vivir una vida de fraternidad y minoridad así como él lo hizo, en un modo profundo e incisivo.
Fray Germano TOGNETTI, Guardián del Convento “San Maximiliano Kolbe”.