Mats’kivtsi es un pueblo de la región de Chmel’nyc’kyj. En 2010, se erigió en esta zona la Parroquia de la Natividad de la Santísima Virgen María. Los franciscanos prestan sus servicios en la parroquia desde su fundación. Gracias a sus esfuerzos, se construyeron un templo y un Convento.
En 2021, el Obispo de Kam’janec’-Podil’s’kyj proclamó esta pequeña iglesia Santuario de Nuestra Señora de Fátima. Hoy, el Santuario es un lugar de oración diaria por la conversión de Rusia, según el mensaje de María en la aparición de Fátima de 1917.
Cuando en febrero de 2022 estalló una guerra a gran escala en Ucrania, muchos ucranianos se dieron cuenta de la necesidad de cumplir la llamada de Nuestra Señora de Fátima. Con nuestra oración, penitencia y trabajo constantes, pedimos a Dios que una sociedad que había crecido sin Dios y sin valores cristianos se cure para siempre del cáncer del comunismo.
Todos los meses, de mayo a octubre, recorremos en procesión las calles del pueblo y rezamos por la paz y el fin de la guerra. La guerra nos ha afectado a cada uno a nuestra manera. Muchos hombres de nuestro pueblo sirven en el ejército ucraniano. Casi todos los aldeanos tienen amigos o familiares luchando en el frente. En las tumbas de los héroes muertos en la guerra, enterrados en nuestros cementerios, ya ondean banderas ucranianas. La oración se convierte a menudo en la única fuerza de la que podemos echar mano durante las numerosas alertas aéreas, cuando misiles enemigos o drones mortíferos sobrevuelan nuestras cabezas.
Desde el comienzo de la invasión a gran escala de Rusia, nuestra Parroquia ha sido un cobijo para muchos refugiados que han llegado aquí desde toda Ucrania. Los franciscanos, junto con religiosas y feligreses, acogen a diario a decenas de familias, ancianos y niños que huyen de los bombardeos y la ocupación. Algunos de estos refugiados se han quedado a vivir en casa de nuestros feligreses, o en centros de refugiados de pueblos cercanos. Gracias al apoyo de nuestros hermanos y bienhechores de Polonia, Rumanía, Alemania y otros países, hemos ayudado y seguimos ayudando a los afectados por la guerra distribuyendo alimentos, productos de higiene, ropa, juguetes y comida para bebés. Los refugiados de la cercana ciudad de Chmel’nyc’kyj acuden a menudo a nosotros, pues sienten que aquí pueden recibir ayuda. Esto se debe a que se han quedado solos y desamparados a causa de la guerra.
En nuestra iglesia, Fray Artur SPODAR organizó un curso sobre primeros auxilios médicos y psicológicos en situaciones de emergencia relacionadas con la guerra. También durante el campamento de verano celebrado en la parroquia, enseñamos a los niños cómo comportarse y prestar primeros auxilios, cómo ayudar a los demás en caso de heridas y peligro.
El bombardeo de la noche del 12 al 13 de mayo de 2023 fue una tragedia para los pueblos y Parroquias de los alrededores. Las explosiones fueron tan fuertes que podían verse a decenas de kilómetros de distancia. Es difícil encontrar una casa en el pueblo que no haya sufrido daños. Los pueblos más cercanos a las explosiones fueron los más devastados. En nuestro Santuario, todas las ventanas estaban destrozadas, las puertas fuertes arrancadas y las paredes derribadas. Aquella noche fue una experiencia muy difícil para todos. Los habitantes estaban conmocionados, aterrorizados por la proximidad de la muerte. Fue un milagro que nadie perdiera la vida. Por la noche, los feligreses acudieron a la iglesia para seguir rezando a la Virgen, por el fin de la guerra y para dar gracias por las vidas salvadas.
La guerra continúa, al igual que nuestra oración y nuestro trabajo. Apoyamos a los refugiados que han perdido sus hogares. Ayudamos a las familias de los que luchan en el frente entregando medicinas, ropa y diversos artículos de primera necesidad a los hospitales militares de las ciudades cercanas.
Que la Madre de Dios interceda por nosotros e implore el fin de esta guerra y la paz que tanto anhelamos.
Fray Stanisław PĘKALA.