El día 21 de diciembre de 2018, habiendo recibido al Card. Giovanni Angelo BECCIU, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el Santo Padre Papa Francisco ha reconocido las virtudes heroicas del Siervo de Dios Fray Melchior FORDON.

El Venerable Melchior FORDON nació el 5 de agosto de 1862 en una noble familia polaca y católica; su padre se llamaba Jakub, arquitecto en Grodno, en la actual Bielorrusia, y su madre Felicja LUKOWICZ. Fue bautizado el sucesivo día 26, en la iglesia parroquial romano-católica de Grodno. Para evitar la intrusión escolástica rusa, el pequeño Melchior recibió la educación elemental muy probablemente en su casa, para luego continuar su preparación en el colegio ruso. A la edad de 21 años entró en el Seminario diocesano de Wilno. Fue ordenado sacerdote el 2 de agosto de 1887 en Kowno.
Después de pocos meses, Melchior sería nombrado Párroco en Strubnica, y luego en Dąbrowa Grodzieńska. A principios de 1903 fue trasladado a Grodno como Párroco de la Parroquia de Santa María de los Ángeles y Custodio del ex Convento franciscano, transformado en una especie de casa-reformatorio para sacerdotes considerados peligrosos para el Estado por las autoridades rusas.
Después de 23 años de sacerdocio, con permiso del Administrador Apostólico de la Diócesis de Wilno, el Venerable tomaría la decisión de entrar en la Orden de Frailes Menores Conventuales (Provincia de Varsovia), transcurriendo así los años de la Primera Guerra Mundial en Grodno, en calidad de vicario de la iglesia de Santa María de los Ángeles.
Su fe inquebrantable en Dios, en su Hijo Jesucristo, en la Beata Virgen María y la imitación de San Francisco de Asís, serían la única fuerza que permitiría al hermano realizar el servicio pastoral entre la gente necesitada de ayuda, tanto espiritual como moral y material. Él educaba y atraía a la gente no sólo con la predicación de la verdad de la fe, sino sobre todo con el ejemplo de su vida humilde, sobria, llena de renuncias y mortificaciones; estaba dispuesto a sacrificarse a sí mismo con tal de defender o salvar la vida del prójimo. Sacerdotes, hermanos, religiosas y numerosos fieles, ya en vida lo consideraban un santo.
De su modo de vivir, intuimos que eligió el estado de vida sacerdotal y luego el religioso para acercarse siempre más a Dios y para acercar a sus paisanos al Creador, especialmente a aquellos más desamparados o abandonados a sí mismos, es decir, al pueblo que vivía en las aldeas.
El Siervo de Dios iniciaba su servicio pastoral a partir de lo más sencillo: la educación religiosa. De este modo pretendía elevar gradualmente el nivel ético entre los habitantes de las aldeas y de los barrios y colonias urbanas puestas bajo su cuidado. Luchó contra el vicio del alcoholismo y el degrado moral. Conoció las difíciles condiciones de vida de los campesinos y de los habitantes de los barrios pobres, y quiso hacerse cercano a sus parroquianos para conocer sus problemas y para encontrar solución a sus dificultades.
El día 20 de octubre de 1922 llegaría a Grodno Fray Maximiliano M. KOLBE, que continuaría aquí su obra de divulgación de la Milicia de la Inmaculada. Fray Melchior animaba a los jóvenes candidatos que llegaban a Grodno, les ayudaba en su camino vocacional con conversaciones espirituales y con el ministerio de la Confesión. También llegaría a ser confesor de San Maximiliano.
Fray Melchior FORDON donaría píamente su vida santa a Dios, colma de méritos, el 27 de febrero de 1927.

Fray Damian-Gheorghe PĂTRAŞCU, Postulador general.