Del 18 al 21 de julio del 2019, treinta jóvenes de la pastoral juvenil junto con Fray Tullio PASTORELLI, Fray Adrés TOSI y el postulante Benjamín CASTRO, realizaron la misión de invierno en la parroquia San Clemente.

Tomando ejemplo de San Francisco de Asís y San Alberto Hurtado, en el primer día, los jóvenes se dedicaron a la formación personal y comunitaria para después comenzar a proclamar la palabra de Dios a la gente del sector de Villa Arcoíris de la parroquia de San Clemente, lugar muy vulnerable y pequeño con alrededor de 100 casas.
A su vez, un grupo de jóvenes, en paralelo a la formación y en colaboración con la Municipalidad, se dedicó a construir una casa prefabricada en el sector de San Manuel, para una familia de escasos recursos económicos.
Durante el segundo y tercer día los jóvenes se dedicaron al trabajo social, sin dejar de lado en ningún momento la oración y la adoración eucarística, que recarga el alma y el corazón del misionero para seguir adelante.
Los jóvenes han tenido el privilegio de trabajar tocando de puerta en puerta para así conocer a la gente del sector y compartir con ellos la fe y sus experiencias de vida como jóvenes, cristianos, franciscanos y misioneros, además de visitar a los ancianos del Hogar San Juan Apóstol y de participar en la “tarde infantil” junto con los niños del sector el viernes por la tarde.
Por otro lado, los jóvenes misioneros franciscanos de Curicó se reunieron con los jóvenes de la comunidad de San Clemente, para acompañarlos durante la formación del sábado por la tarde, donde se trató el tema de la vocación a una vida mejor y de la capacidad de tomar decisiones serias y buenas para el futuro. Se analizó la vida de san Francisco de Asís y cómo supo encontrar a Dios en los acontecimientos diarios de su vida. Se habló también de la capacidad de decir “SÍ” al Señor que siempre llama a cada uno, y de la belleza de vivir la vida como peregrinos, con una meta precisa y no ser vagabundos que caminan sin rumbo y sentido. La formación finalizó presentando los riesgos que en sus vidas corren los adolescentes y de cómo enfrentarlos y superarlos. Los jóvenes misioneros franciscanos, junto con los jóvenes anfitriones, vivieron la celebración y premiación de la semana parroquial de San Clemente, en la que se realizaron variadas actividades que lograron reunir alrededor de 200 jóvenes de la localidad.
Finalmente, a conclusión de la misión de invierno, se celebró la Misa de despedida en la Capilla de la Villa Arcoíris el día sábado y en la Parroquia de San Clemente el día domingo; este mismo día fue presentado el lienzo que ha acompañado a todos durante esta experiencia misionera, y que ha marcado el corazón de cada uno de nuestros jóvenes con un recuerdo imborrable.

Verónica RÍOS