Queridos hermanos, nos acercamos a la solemnidad de nuestro seráfico Padre San Francisco, y como religiosos de la Delegación provincial en Chile recordando nuestros 25 años de presencia en tierra chilena, les ofrecemos este tercer video que presenta la vida de nuestra fraternidad de Santiago.

La comunidad de Santiago fue inaugurada el 4 de octubre de 1996 y el Vicario provincial Fray Giuseppe MARINI, declaraba así erigido canónicamente el segundo Convento de la Misión chilena, dedicado a San Antonio de Padua en la localidad de Conchalí, Archidiócesis de Santiago.
Los frailes permanecieron en este lugar poco más de un año y enseguida se dieron cuenta que el sector a norte de la ciudad de Santiago no ofrecía a nivel pastoral lo que deseaban los frailes; así se inició la búsqueda de un lugar más adecuado a nuestro estilo franciscano conventual. Entre las diversas propuestas presentadas por la Archidiócesis de Santiago estuvo la del santuario de la Inmaculada Concepción, ubicado en la comuna de San Ramón, en la zona sur de la capital. Así, el 15 de marzo de 1998 se realizó el ingreso oficial en la nueva realidad. La fraternidad estaba formada por tres frailes: Fray Pedro BELTRAME, Guardián y Rector del santuario, Fray Enrico BROCCHI, Vicario y Fray Ramón ZAS, Ecónomo. Finalmente se alcanzó un «ubi consistam» y la Delegación encontró su equilibrio «logístico».
Inmediatamente los frailes se dedicaron a la reestructuración del complejo: primero de la Iglesia, que necesitaba una restauración casi completa y luego del convento, ex propiedad OFM, dejado en manos de la Archidiócesis de Santiago.
Después de algunos años se vio la necesidad de crear una pequeña Parroquia y así en el 2003, a la realidad santuarial se añade la actividad parroquial.
La bendición de la nueva estructura tuvo lugar en 2005, con la presencia del entonces Ministro provincial Fray Marco TASCA (más tarde Ministro general y ahora Arzobispo de Génova). Gracias a la nueva estructura del convento, un ala se dedicó a la acogida de jóvenes universitarios no de Santiago, para poder ofrecer a estos jóvenes la posibilidad de recibir un título universitario. Los frailes de la capital se ocupan de la pastoral santuarial y parroquial, de la atención universitaria, de los inmigrantes y de los jóvenes en Parroquia y en las escuelas.
Estos 25 años de vida en tierra chilena nos brindan la oportunidad de agradecer al Señor por el bien recibido y donado. Pedimos al Señor el don de su Santo Espíritu para poder ser siempre, en tierra misionera, instrumentos en las manos de Dios y poder discernir y cumplir su verdadera y santa voluntad.

Los hermanos de la Delegación de Chile.