Del 17 al 21 de septiembre, en el Seraphicum de Roma, veintiuna religiosas de la Federación de Clarisas Urbanistas de Italia se reunieron para participar en la Convocatoria anual de las Abadesas. Una cita que, desde hace diez años, ve a las hermanas reunirse para discutir, formarse, pensar juntas, compartir alegrías y trabajos.

Este año, se decidió ampliar la invitación no sólo a las abadesas, sino también a otra hermana de cada comunidad, con el fin de que el debate fuera más enriquecedor y participativo. La presencia de varias jóvenes fue significativa.
La jornada del 18 de septiembre, se abrió con la celebración de Laudes y la Santa Misa presidida por el Ministro general Fray Carlos TROVARELLI, y continuó con una charla en la que recordó a las hermanas reunidas la importancia de la minoridad franciscana, subrayando que ser pocas es un recuerdo de nuestra identidad. Exhortó a no temer estos tiempos difíciles nuestros, caracterizados por cambios rápidos que muchas veces pueden desestabilizar, más bien invitó a la asamblea a la valentía y responsabilidad de adherirse a una historia que es lugar de encuentro con el Señor. Deseoso de hacer partícipes a las hermanas clarisas, Fray Carlos relató a continuación los diversos acontecimientos por los que pasan los hermanos de la Primera Orden.
En la segunda parte de la mañana, intervino Fray Maurizio DI PAOLO, Procurador general. Compartió con las hermanas una posible metodología para la nada fácil tarea de revisar y reescribir las Constituciones de la Segunda Orden. Con responsabilidad, y también entusiasmo, las monjas decidieron emprender el camino de la revisión y, para coordinar mejor el trabajo, se constituyó una comisión de tres hermanas para colaborar con las Clarisas de la Federación Polaca.
Por la tarde, la Presidenta de la Federación, Sor M. Damiana ARDESI, puso a los participantes al corriente de los nuevos pasos dados en relación con la fundación de una comunidad de Urbanistas en el Líbano. El camino de preparación, que implica directamente a cinco hermanas de tres monasterios diferentes, continúa y las monjas están trabajando en el estudio del árabe, la búsqueda de un lugar adecuado para comenzar la presencia monástica y la armonización del núcleo de la comunidad fundadora, para que la comunión pueda ser el primer testimonio de la proclamación del Reino.
La mañana del 19 de septiembre comenzó con la celebración de la Eucaristía presidida por Fray Germano TOGNETTI, Delegado general para la II Orden, y continuó con una conferencia de Fray Marco GUIDA OFM titulada: «La Regla de Urbano IV: continuidad, diferencias, valor y fortuna respecto a la forma de vida clariana».
El 20 de septiembre, las hermanas fueron a Viterbo, al Monasterio de Santa Rosa, donde hasta hace pocos años había una comunidad de Clarisas; hoy en el Monasterio hay una pequeña comunidad de Hermanas Franciscanas Alcantarinas. Las Clarisas visitaron el complejo monástico, el Archivo y la Biblioteca de la Federación, excelentemente conservados y valorizados por el Centro Studi S. Rosa, gracias a la pericia de la Dra. Eleonora RAVA y del Dr. Filippo SEDDA. Tras reunirse con el Obispo de la diócesis de Viterbo, Mons. Orazio Francesco PIAZZA, las hermanas asistieron a la Santa Misa presidida por el propio Obispo. No podía faltar un banquete fraternal preparado con esmero por las hermanas alcantarinas, siempre acogedoras con las monjas. Por la tarde, la asamblea se reunió para debatir y valorar la posibilidad de reabrir una Comunidad de Clarisas en el Monasterio de Santa Rosa. Las monjas encomiendan este proyecto a Santa Rosa de Viterbo, y a la intercesión de todos los fieles, con la certeza de que, si Santa Rosa lo desea, el proyecto saldrá adelante.

Las hermanas clarisas.