Nuestra comunidad, las Hermanas Clarisas de Roman, vivió momentos de intensa comunión y de profundo compartir durante la visita de la Madre Damiana ARDESI Presidenta federal de las Clarisas Urbanistas de Italia, de nuestra Abadesa Carmela SALVATO de Città di Castello, casa de origen de esta comunidad monástica, y de Fray Germano TOGNETTI Delegado general para la Segunda Orden.

La visita a nuestra comunidad del 6 al 11 de julio de 2023 fue un signo de luz, frescura, fraternidad, comunión, diálogo, autenticidad y esperanza.
Durante estos días, experimentamos la belleza de pertenecer a una gran familia y la alegría de tener una historia profundamente arraigada en la Iglesia universal, fielmente continuada a lo largo de la historia, de la que también nosotras formamos parte, como hermanos y hermanas esparcidos por todo el mundo.
Con la sabiduría propia de los hombres y mujeres de Dios, junto con los superiores hemos evaluado la realidad y la espiritualidad franciscano-clariana para continuarla con celo y responsabilidad, contribuyendo con nuestro apostolado específico, el de la oración, a mantener vivo el espíritu contemplativo aquí en Rumanía. El encuentro con nuestro Obispo diocesano, S.E. Iosif PĂULEȚ, confirmó también la importancia de nuestra presencia en la vida de la Iglesia local y el benéfico impacto en la vida espiritual de los fieles de la Diócesis.
Por razones pastorales, Fray Damian-Gheorghe PĂTRAȘCU Ministro de la Provincia de San José Esposo de la B.V.M. en Rumanía no pudo estar presente, pero el propósito de la visita se discutió con él durante una reunión anterior en Roma.
En el contexto de esta visita, desempeñó un papel importante Fray Alexandru OLARU Asistente Provincial de las Clarisas Urbanistas Rumanas. Con la ayuda de Fray Alexandru, los invitados pudieron conocer también otras realidades franciscanas de la Provincia: la Fundación «Paz» del Convento de San Antonio de Padua, el Instituto Franciscano de Roman y la Curia provincial.
Este encuentro nos renovó la esperanza de que el Evangelio puede ser testimoniado sin concesiones, en el espíritu de autenticidad y sencillez franciscana. Sin perder nada de la esencia evangélica y del espíritu de San Francisco y Santa Clara, nos anclamos con los ojos bien abiertos a la realidad nada fácil del mundo en que vivimos, para ser y sentirnos verdaderamente hermanos, en armonía con todos y con toda la creación, empezando por nosotros mismos y por nuestra comunidad.
Con esta visita, disfrutamos de la concreción de un espíritu organizativo y de un pensamiento maduro, claro, concreto, realista y auténtico, abierto a escuchar, a comprender y, con ternura maternal, a estar con la realidad de cada hermana, teniendo en cuenta tanto el bien individual como el comunitario.
Estamos confiadas y agradecidas a Dios por los momentos de familiaridad que hemos vivido juntas, ya sea reunidas en torno al altar, lugar donde hemos alcanzado la comunión con Dios y entre nosotras, o en los momentos de recreación, donde hemos compartido nuestras experiencias y nuestras vidas en un ambiente cálido de armonía y sencillez franciscana. Esta experiencia, caracterizada por una visión global, es un don y una gracia para todos nosotros.
¡Gracias a Dios por estos días!

Clarisas de Roman