Conferencia de la Familia Franciscana
Prot. N. 23/2025
Roma, 22 de abril de 2025
A la atención de los
Hermanos y hermanas
de la Familia Franciscana
CARTA DE LOS MINISTROS GENERALES DE LA FAMILIA FRANCISCANA
En memoria del Santo Padre el Papa Francisco
Queridos hermanos y hermanas:
¡Paz y bien a todos los hermanos y hermanas de la Familia Franciscana!
Con el corazón lleno de gratitud pero también de profundo dolor, nosotros, los Ministros Generales de la Familia Franciscana, deseamos compartir con ustedes nuestro adiós al “Señor Papa” Francisco, a quien el Señor ha llamado a sí en la luz de la Pascua.
Al habernos dejado nuestro amado Papa Francisco, sentimos la urgencia de reflexionar sobre el significado profundo que su presencia tuvo para nosotros, hijos e hijas de San Francisco de Asís. No fue casualidad que Jorge Mario Bergoglio eligiera el nombre del Poverello de Asís para su pontificado: esta elección reveló desde el inicio un programa de vida y de misión que siguió coherentemente hasta el final de sus días.
Un Papa que dio cuerpo al carisma franciscano
El Papa Francisco ha vivido significativamente el espíritu de nuestro Seráfico Padre. ¿Cómo olvidar sus palabras durante su visita a Asís el 4 de octubre de 2013? «Desde este lugar de paz, donde nació y vivió San Francisco, repito con la fuerza y la dulzura del amor: ¡respetemos la creación, no seamos instrumentos de destrucción! Respetemos a cada ser humano: que cesen los conflictos armados que ensangrientan la tierra, que callen las armas y que en todas partes el odio dé paso al amor, la ofensa al perdón y la discordia a la unidad».
Cristo en el centro, el amor a la Iglesia, la primacía de la oración, el estilo de sencillez evangélica, la cercanía a los pobres y a los últimos, el cuidado de la casa común, el compromiso por la reconciliación, la paz y el diálogo: estos fueron los pilares del carisma franciscano que guiaron su ministerio petrino.
La fraternidad universal
Recordamos con especial emoción cuando, en su mensaje a la Familia Franciscana del 8 de mayo de 2021, con motivo del centenario de la revista “San Francisco, Patrón de Italia”, nos exhortó así: «Sigan avanzando inspirados por la figura del Poverello de Asís, quien supo vivir lo esencial combinándolo con la misericordia hacia todos los demás, especialmente los más pobres y abandonados. Esfuércense por traducir los valores franciscanos en la vida cotidiana y sigan atentos a los signos de los tiempos».
Su encíclica Fratelli tutti, inspirada por el mismo Seráfico Padre, permanecerá como uno de los más fuertes llamados de nuestro tiempo a la fraternidad universal, una invitación a reconocernos todos hermanos y hermanas en un mundo desgarrado por divisiones y conflictos.
El Papa Francisco dio fuerza a este anuncio con la fuerza de su voz que se elevó para recordar al mundo la responsabilidad ante el rostro y la vida del otro, especialmente si es un migrante o un refugiado, una víctima de la violencia y de la guerra, una persona sin hogar, un prisionero o una de las tantas personas “invisibles” de nuestras ciudades.
Con sus gestos y palabras se presentó como un verdadero hermano, invitando a todos a no descuidar a los niños, a los ancianos y a cuantos viven en los márgenes, en una sociedad que a menudo persigue el lucro. También destacó con fuerza el valor de las mujeres, ayudando a construir una fraternidad amplia y concreta, rica de los rostros de cada uno de nosotros.
La llamada a caminar juntos en la comunidad cristiana ha dado a la Iglesia un rostro fraterno y al encuentro con otras culturas y religiones el aliento de la esperanza.
El cuidado de la creación
¿Cómo olvidar el impulso que el Papa Francisco dio al cuidado de la casa común con la Encíclica Laudato Si’, profundamente enraizada en la espiritualidad franciscana? Es hermoso recordar esto mientras celebramos el 800 aniversario del Cántico de las Criaturas.
El 4 de noviembre de 2020, dirigiéndose a una de nuestras familias, dijo: «San Francisco nos invita a contemplar la Creación con ojos de asombro y gratitud, no con la voracidad de quienes explotan todo y no respetan nada. Que el Poverello les enseñe a empatizar con todos, a poner su creatividad al servicio de los últimos y también a vivir una sana tensión hacia la verdad y la justicia, junto con la serenidad interior». Una realidad, donde todo está interconectado y Dios está en el centro de las criaturas y los seres, es mucho más que cualquier ambientalismo y todavía espera ser explorada a fondo y traducida en opciones de vida concretas para los individuos y las sociedades.
La Iglesia de los pobres y para los pobres
Desde el inicio de su pontificado, el Papa Francisco ha soñado con «una Iglesia pobre para los pobres», siguiendo los pasos de San Francisco, que se casó con la Dama Pobreza. En uno de sus últimos encuentros con los franciscanos, el 17 de junio de 2023, con motivo del octavo centenario de la Regla Bulada de San Francisco, nos dijo: «La pobreza no es una teoría sociológica ni una moda, sino seguir a Jesús por el camino de la humildad y el despojo. Es un amor concreto que se convierte en servicio y don. Los animo, queridos hermanos y hermanas, a ser siempre testigos gozosos de esta pobreza evangélica que vivió San Francisco, despojándose de todo para seguir al Señor». Nos parece que este mensaje ha crecido durante los años de su ministerio petrino y nos ha reenfocado siempre en lo esencial. Reconocemos también todo esto como fruto maduro de la recepción del Concilio Vaticano II, en el que el Papa Francisco no sólo se inspiró, sino que bebió de él de modo maduro y le dio voz y cuerpo.
Una invitación a continuar el camino franciscano
Mientras lamentamos su fallecimiento, acojamos el legado espiritual que nos dejó como un tesoro precioso que debemos custodiar y hacer fructificar. La mejor manera de honrar la memoria del Papa Francisco es seguir viviendo con renovado compromiso el carisma de nuestro Santo Padre Francisco, anunciando el Evangelio con la vida, antes que con las palabras; buscando ser instrumentos de paz en un mundo dividido y viviendo la fraternidad universal con todas las criaturas.
Así nos enseñó y nos pidió: «Y todo esto, queridos hermanos y hermanas, están ustedes llamados a vivir en fraternidad, sintiéndose parte de la gran familia franciscana. En este sentido, les recuerdo el deseo de Francisco de que toda la familia permanezca unida, respetando ciertamente la diversidad y la autonomía de los diversos componentes y también de cada miembro. Pero siempre en una comunión vital recíproca, para soñar juntos un mundo en el que todos seamos y nos sintamos hermanos, y trabajando juntos por construirlo (cf. Enc. Fratelli tutti, 8): hombres y mujeres que luchan por la justicia y que trabajan por una ecología integral, colaborando en proyectos misioneros y convirtiéndose en artífices de la paz y testigos de las Bienaventuranzas».
Invitamos a toda la Familia Franciscana a elevar oraciones de sufragio por el alma bendita del Papa Francisco, para que el Señor lo acoja en su Reino de luz y de paz, donde finalmente podrá contemplar el rostro de Aquel a quien sirvió con tanto amor en la tierra.
“Loado seas, mi Señor,
por nuestra hermana la Muerte corporal,
de la cual ningún ser vivo puede escapar.”
Con afecto fraterno, en la comunión que nos une a todos en Cristo,
Los Ministros de la Familia Franciscana,
Hermano Massimo Fusarelli OFM
Ministro General
Hermano Carlos Alberto Trovarelli OFMConv
Ministro General
Hermano Roberto Genuin OFMCap
Ministro General
Hermano Amando Trujillo Cano TOR
Ministro General
Tibor Kauser OFS
Ministro General
Hna. Francés Marie Duncan OSF
Presidente General IFC-TOR