El 24 de marzo del 2018, en el 350° aniversario de la llegada de los franciscanos en Kalwaria Pacławska (Polonia), se ha realizado un nuevo reconocimiento y traslado en la iglesia de los restos mortales del Venerable Siervo de Dios Fray Wenanty KATARZYNIEC OFMConv (1889-1921).

Por la mañana, en el altar de la Madre de Dios del Calvario en Kalwaria Pacławska, ha sido celebrada la Santa Misa por la beatificación de nuestro hermano. La liturgia ha sido presidida por el Ministro provincial de la Provincia de San Antonio y del Beato Jacobo de Estrepa en Polonia (Cracovia) Fray Marian GOŁĄB OFMConv; entre los concelebrantes estuvieron presentes los miembros de la Comisión para el reconocimiento, instituida por el Arzobispo Mons. Adam SZAL, metropolitano de PRZEMYŚL; además han participado los novicios, parroquianos y peregrinos.
Por la tarde, los miembros de la comisión y los frailes del convento y del noviciado tomaron parte en el solemne traslado del féretro en la iglesia, donde fue colocado en el sepulcro preparado especialmente, realizado en mármol de Carrara.
Fray Wenanty KATARZYNIEC murió en fama de santidad el 31 de marzo de 1921 en Kalwaria Pacławska.
Ya San Maximiliano María Kolbe había pedido su beatificación en 1930, con una carta circular desde Japón.
El 5 de abril del 2016, la Comisión de cardenales y obispos emitieron un juicio positivo sobre la vida y las virtudes del Siervo de Dios. El 26 de abril del 2016, el Papa Francisco mandó hacer público el decreto sobre la heroicidad de las virtudes del Siervo de Dios; desde entonces tiene el derecho al título de Venerable Siervo de Dios.
Los días 7 y 8 de abril de este año estarán dedicados a la oración por la beatificación de Fray Wenanty, en Kalwaria Pacławska. El programa prevé: la Santa Misa, el rezo del Via Crucis, la meditación de Fray Andrzej ZAJĄC sobre el tema “El tiempo en el pensamiento y en las conferencias de Padre Wenanty KATARZYNIEC”, la presentación del libro de Tomasz TERLIKOWSKI intitulado “Wenanty KATARZYNIEC, el Chárbel polaco”, y la bendición del nuevo sepulcro.

La Redacción/jms