Noventa milicianos de toda Italia se reunieron en el Seraphicum de Roma, del 17 al 19 de mayo de 2024, para el encuentro anual, con el fin de confrontar las experiencias de evangelización en las distintas regiones y con el objetivo de mejorar la calidad de los mensajes que se proponen en la evangelización, y hacer así cada vez más atractivo el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, con la aportación esencial de la Inmaculada.

Fue una gran alegría encontrarse y manifestar la determinación de llevar a cabo la misión de evangelización a través del carisma de San Maximiliano M. KOLBE, que siempre situó a la Madre María como el instrumento indispensable para llegar a su Hijo Jesús.
El evento comenzó con el rezo de las Vísperas y la Adoración Eucarística, caracterizada por una fuerte impronta espiritual y una intensa oración, que encontró en los soldados esa unidad de corazones que hace verdaderamente eficaz y evidente la calidad de la relación entre los hombres y Dios.
El sábado 18, la jornada comenzó con el rezo de Laudes y la celebración de la Santa Misa. Inmediatamente después, Fray Emanuele RIMOLI ofreció su reflexión en dos partes, sobre el tema «Cómo seguir hablando hoy del martirio«. Se destacó la figura de San Francisco como promotor de grandes novedades en la Iglesia de Jesucristo. San Maximiliano Kolbe tomó su espiritualidad de la Iglesia y del franciscanismo. El ponente, refiriéndose a la Virgen, destacó que «la Inmaculada Concepción es la belleza que no conoce decadencia«. Partiendo de la Misericordia, conociendo a Aquel en quien creemos, nos reconforta la convicción de que el Señor nunca cambia de opinión sobre nosotros. Es importante el testimonio del cristiano, que en San Maximiliano es el martirio. Todo procede del Amor, que nos pertenece por naturaleza, y de sus exigencias. No basta con que un cristiano se comporte bien, si luego no asiste a la misa dominical (sólo el 12% de los cristianos practicantes antes de la pandemia) y no conoce las Escrituras: entonces no es creíble.
La reunión prosiguió con el trabajo en tres grupos, donde las reflexiones se presentaron a Fray Emmanuel, que destacó cuánto nos ama Dios dentro de las dificultades, dentro de los pecados; Cristo entra en nuestros pecados y los transforma en vida; testigo de ello es su descenso a los infiernos para permitir a las almas gozar de la alegría del paraíso. Todo esto se realiza por amor a todos. Como Él nos ama, así debemos amar nosotros a nuestros hermanos. El amor debe saber a Evangelio, de lo contrario es idolatría. Debemos vivir nuestra humanidad como la de Jesús.
El domingo 19 de mayo, la jornada comenzó con el rezo de Laudes, al que siguió una reflexión sobre los temas y modalidades del camino de consagración a la Inmaculada Concepción. La atención manifestada por los participantes durante los encuentros y la intensa sintonía que los impregnó constituyeron no sólo un crisol de experiencias diferentes, sino también una levadura fundamental para acrecentar la acción de la Milicia de la Inmaculada.
Con la Santa Misa, presidida por el Asistente Internacional Fray Gilson NUNES, concluyeron los trabajos.

Angelo TORRE