En el Instituto Teológico de Roman, el martes 29 de junio de 2021, Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, por la imposición de manos de S.E. Mons. Iosif PĂULEȚ, Obispo de Iași, fueron ordenados sacerdotes seis hermanos de la Provincia de San José, Esposo de la Beata Virgen María en Rumanía: Fray Gabriel BEJAN, Fray Adrian COBZARU, Fray Marius-Marcel DOBOȘ, Fray Gabriel PAL, Fray Emanuel PIȚA y Fray Marian-Emanuel VĂTĂMĂNELU.

En la Misa concelebraron: Fray Damian-Gheorghe PĂTRAŞCU Ministro Provincial, el Guardián del Convento de San Francisco de Asís en Roman, los formadores y profesores del Instituto, y un gran número de sacerdotes de la Diócesis y de la Provincia.
La celebración comenzó con una procesión hasta el altar preparado en el exterior, frente al Instituto, mientras el coro dirigido por Fray Cristian DUMEA, junto con los fieles, alababa al Señor a través del canto.
En su homilía, el Obispo destacó la fragilidad de los dos Santos Pedro y Pablo, así como su disponibilidad a la obra de la gracia de Cristo. Otro punto destacado por el Obispo, fue la mirada entre Jesús y los Apóstoles, intercambio que también marca hoy a los futuros sacerdotes, animándoles a caminar con confianza en el camino de la vocación.
El momento central de la celebración fue el acto por el que los candidatos expresaron públicamente su decisión de cumplir su deber, según la voluntad de Cristo y de la Iglesia, bajo la guía del Obispo y de sus legítimos superiores, seguido de la celebración del Sacramento, según el rito específico de la Ordenación sacerdotal.
Después de la distribución de la Sagrada Comunión, uno de los sacerdotes recién consagrados dirigió, en nombre de todos, su agradecimiento a Dios por la vocación recibida, así como a todos aquellos que, de diversas maneras, han contribuido a su formación humana, espiritual e intelectual.
A continuación, Mons. PĂULEȚ dirigió su felicitación y ánimo a los nuevos sacerdotes, así como a los hermanos de la Provincia de Rumanía por el cuidado y la formación que dan a los jóvenes, sin olvidar a los que celebran su onomástico en este día. La Santa Misa concluyó con la bendición final impartida a todos los presentes por los nuevos sacerdotes.
Deseamos la bendición del Señor, por medio de nuestro padre San Francisco, a cada uno de los nuevos consagrados y un buen camino en su vida sacerdotal.

La redacción de la Provincia