El sábado 28 de octubre de 2023, en el Santuario diocesano de Nuestra Señora de las Gracias de Montevago, Fray Carmelo MARIA emitió su Profesión solemne en manos del Ministro provincial de la Provincia de las Santas Águeda y Lucía en Italia [Sicilia-Calabria], Fray Gaspare LA BARBERA, durante una Eucaristía apasionante y muy concurrida, en presencia de las autoridades civiles y militares del lugar y de un gran número de fieles de Montevago, Santa Margherita de Belice, Sambuca y Palermo, ciudad donde nació y vivió Fray Carmelo.

La Profesión solemne es el compromiso definitivo de vivir en el seguimiento de Cristo en obediencia, pobreza y castidad según la Regla de los Hermanos Menores, siguiendo el ejemplo de María Inmaculada por intercesión de San Francisco, que se realiza en un contexto de vida fraterna a través de la mediación de la comunidad. Fue precisamente la comunidad franciscana la que hizo sentir intensamente su presencia y acogida a lo largo de la celebración: de hecho, fueron muchos los hermanos procedentes de los Conventos de Sicilia, Calabria y Asís; hermanos que, con su cálido y emotivo abrazo, sellaron la pertenencia definitiva de Fray Carmelo a la Orden de los Hermanos Menores Conventuales.
Todo ello tras un itinerario que comenzó en 2018 con el pre-postulantado en Montevago, luego las etapas de formación y Noviciado, como recordó el propio Fray Carmelo, al concluir la celebración, agradeciendo en primer lugar al Señor que, tendiéndole la mano en su infinita misericordia, le llamó a su servicio, y después a su familia, a los hermanos y en particular a Fray Gaspare, a la cofradía del “Porto e Riporto” (Llevo y restituyo) de María Inmaculada de la Basílica de San Francisco de Asís de Palermo, de la que formaba parte desde su infancia, al coro que había atendido a lo largo de los años y que animaba la Celebración Eucarística, a la cofradía del «Claustro Abierto», a través de la cual compartía cotidianamente el compromiso y el proyecto de evangelización, y, por último, a todos los que le habían ayudado y acompañado en este camino. En el reverso de la imagen-recuerdo del acontecimiento, leemos del Salmo 26: «Una cosa he pedido al Señor, sólo esto busco: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida». Un deseo que dirigimos al querido Fray Carmelo para que estas palabras encuentren cumplimiento en su vida y en la de todos los que, con fe y emoción, asistimos a un acontecimiento de alto valor espiritual y conmovedora humanidad.

Liria GIACCONE