Hermano religioso de los Frailes Menores Conventuales, nació en Canicattì (Agrigento-Sicilia) el 29 de octubre de 1641 en una humilde familia de campesinos. El papá Filippo y la mamá Agata FERRO lo educaron religiosamente. Rápidamente los campesinos del lugar reconocieron su vida de fe, su bondad y laboriosidad.

Desde su adolescencia soñaba con seguir el ejemplo de San Francisco de Asís, pero para entrar en la Orden Franciscana no la tuvo fácil; sólo gracias a su tenacidad es que pudo realizar su vocación religiosa, no sin antes haber ayudado a resolver la situación de su numerosa y pobre familia, de la cual debió asumirse la responsabilidad al morir el padre, siendo él el primogénito.
Una vez admitido entre los Conventuales, transcurrió algunos años en el Convento de San Francisco de su tierra natal, asumiendo los encargos más humildes y gravosos, donde afinó sus virtudes haciendo crecer su buena fama de hombre de Dios. Trasladado al Convento de Castronovo (Palermo), fue admitido al Noviciado y en el 1675, con una dispensa pontificia especial, emitió los votos religiosos.
Una vez de regreso en Canicattì y luego enviado a Calatafimi (Trapani), dio prueba de sus espléndidas virtudes en todos lados. En el 1693 fue trasladado al Convento de San Francisco de Asís de Palermo, en donde permaneció por veinte años hasta su muerte, ocurrida el 21 de marzo de 1713. En esta ocasión, un río de gente se reunió alrededor del cuerpo del Venerable, el cual se mantuvo caliente y flexible por veinticuatro horas, para rezar, pedirle una gracia, para verlo por última vez y tocarlo con devoción, contendiendo entre ellos por obtener un pedacito de su hábito religioso o una reliquia para llevarse consigo a sus casas. Sus restos mortales se conservan en la Basílica de San Francisco de Asís de Palermo.
La santidad heroica de su vida ha quedado atestiguada en las actas del Proceso informativo, en las que se describe a Fray Domenico como un santo excepcional y grande taumaturgo. Las calles de Palermo, que recorría diariamente para realizar la “questua” (colecta), eran para él lugar de misión y campo donde vivir la caridad. La admirable vida del Venerable motivó a la Iglesia palermitana a iniciar el Proceso ordinario informativo desde el 11 de agosto de 1744, con la escucha de numerosos testigos que testimoniaron las grandes virtudes de Fray Domenico. La Sagrada Congregación de Ritos, reconociendo la validez de las Actas del Proceso informativo diocesano, emanó el 2 de septiembre de 1758 el Decreto para la introducción de la Causa, y el 20 de diciembre siguiente comunicó al Arzobispo de Palermo las Cartas dimisorias con el objetivo de instruir el Proceso apostólico para recoger ulteriores testimonios sobre el Siervo de Dios, sobre sus virtudes y milagros que realizó. Se espera que pronto pueda concluirse el “Proceso” de este humilde y gran hijo de San Francisco, verdadera joya de la familia y de la Iglesia siciliana.

Fray Damian-Gheorghe PĂTRAȘCU.
De: ANGELO LO VERME, Biografia del venerabile fra’ Domenico Lo Verme.